Educación ha detectado 58 casos de absentismo en este curso
| CHICLANA Actualizado: GuardarLa Delegación municipal de Educación ha detectado, desde que comenzó el curso escolar, un total de 58 casos de absentismo escolar, 25 de ellos en los primeros tres meses de curso.
Del total de casos, 40 jóvenes hacían novillos por primera vez y el resto, 18, eran reincidentes. En cuanto a sexos, 29 fueron chicas, el mismo número que chicos.
Desglosada cada situación por su estado actual, el edil de Educación, Joaquín Muriano, apuntó ayer que ya se han «resuelto favorablemente 16 casos», que han finalizado con la vuelta de los estudiantes a sus clases.
Otros 13 casos se encuentran en vías de regularización, es decir, pendientes de entrevista con el trabajador social o a la espera de recibir nuevos partes de falta para que se tomen medidas. Seis casos se han trasladado a otra localidad al haberse producido un cambio de domicilio del menor. También se ha archivado uno de los expedientes por tratarse ya de un alumno mayor de 16 años, y otros cuatro se encuentran en la fase de la primera intervención de la Policía Local.
Los dos expedientes más graves, por su gran reincidencia, han sido derivados a la Fiscalía de Menores, y que podrían conllevar una sanción a los padres.
Adaptaciones
La valoración que realiza el Ayuntamiento de los casos de absentismo de este año es «satisfactoria». El curso anterior, al completo, se registraron 85 casos.
En ese sentido, el edil, Joaquín Muriano, aseguró que «el absentismo en Chiclana está controlado». El protocolo que se aplica en la ciudad ante faltas reiteradas a clase de los escolares se está exportando incluso a otros municipios.
Por su parte, el Ayuntamiento está aplicando este año también el Programa de Atención Educativa, un recurso que se centra en alumnos con necesidades de intervención psicosocial, y que ha atendido ya a 17 jóvenes, (11 chicos y seis chicas). Educación desarrolla también un total de 30 intervenciones con alumnos en Proyectos Individualizados de Adaptación Curricular.
La mayoría de alumnos acogidos a este plan son de segundo curso de ESO (14 y 15 años) que reciben prácticas laborales mientras terminan sus estudios.