EL AVATAR

Redaños fenicios

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Un cambio. El comercio gaditano necesita redaños fenicios. Tiene que adaptarse aún más a las nuevas necesidades de los clientes y de la propia ciudad. Si el Ayuntamiento vende Cádiz como ciudad turística hay que cumplir con la oferta y apoyar a los comerciantes. No basta sólo con colgar el cartel y confiar en que venga la gente porque hace muy buen tiempo y hay una gran playa urbana. Si de verdad se quiere seguir proyectando Cádiz como destino turístico hay que cuidar lo que ya se tiene. No es buena señal que se desaproveche la actual situación y que los cruceristas desembarquen en un muelle en plena obra y se paseen por un centro histórico en el que todo está cerrado. Aunque sea Jueves o Viernes Santo. Porque si la normativa de la Junta establece unos festivos determinados en los que no se puede abrir, la Ley de Comercio Interior contempla la libertad horaria para casos como el de Cádiz. Según esto, queda pensar que hay que replantearse algunas costumbres comerciales asumidas desde hace tiempo. Es más conveniente que por ejemplo en Semana Santa los negocios abran sus puertas. Que el visitante pueda disfrutar no sólo de las tradiciones propias de esa fecha sino también del dinamismo y el agradable ajetreo de un día laborable. Quizá sea buen momento para cambiar de mentalidad y competir en igualdad de condiciones con otras ciudades turísticas a las que acuden a diario miles de cruceristas. En una situación económica en la que parece que nada va bien resulta en cierto modo un desprecio dejar escapar oportunidades como estas. Si se hiciera una seria autocrítica seguro que se mejorarían muchas cosas que impedirían que al dios Melkart se le cayese la cara de vergüenza.