Colombia detiene a 'Don Mario', el último paramilitar
Actualizado:El presidente colombiano, Álvaro Uribe, estaba ayer feliz por la captura de Don Mario, el paramilitar que se reconvirtió en el 'capo' del narcotráfico más buscado del país y por el que el Gobierno ofrecía una recompensa de 5.000 millones de pesos -alrededor de un millón y medio de euros-. Para Bogotá su detención era vital, ya que temían que pudiera erigirse en un nuevo Pablo Escobar.
El arresto de Daniel Rendón Herrera, Don Mario, tuvo lugar poco después de las ocho de la mañana, en una zona rural de Antioquia tras una operación iniciada por la Policía y el Ejército semanas atrás y dirigida personalmente por el general Naranjo. El proceso que llevó a este arresto comenzó hace un año con la intervención de comunicaciones telefónicas, algunas delaciones y la ayuda de EE UU.
Las autoridades confirmaron después que Don Mario estaba escondido cerca del caserío Cerro Jockey acompañado de 30 hombres de su confianza armados con fusiles AK-47. La Policía desplegó doce comandos de 50 hombres cada uno que consiguieron que los narcos se entregasen sin oposición.
El historial delictivo de Don Mario comenzó en paralelo al de su hermano Freddy, El Alemán -en prisión amparado por la Ley de Justicia y Paz-, de la mano de los paramilitares Carlos y Vicente Castaño, pues nació hace 45 años en el mismo pueblo que los fundadores de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los grupos de la extrema derecha.
Durante casi dos décadas fue un integrante más en estas milicias. Después se acogió al plan de desmovilización de los paramilitares, aunque en 2006 optó por volver a la clandestinidad y convocó a algunos de sus antiguos compañeros para confeccionar una red de tráfico de drogas en la comarca de Urabá.