El acusado del crimen de Ídolos será juzgado el próximo lunes
La Audiencia Provincial acogerá la vista, que se prolongará varios días El imputado se enfrenta a penas que oscilan entre los 26 y los 23 años
| JEREZActualizado:La Sección Octava de la Audiencia Provincial acogerá a partir del próximo lunes el juicio por el crimen de la calle Ídolos, en el que perdió la vida en agosto de 2007 el propietario de la tortillería Poti-Poti, José Manuel B. M. Aunque la vista comenzará el 20 de abril, se espera que se prolongue hasta finales de semana, como confirmó ayer el abogado del bufete Cosano y Asociados que ejerce la acusación particular, Manuel Jesús Vázquez.
El acusado, Vitali Zaruba, de nacionalidad ucraniana, se enfrenta a unas penas de entre 26 y 23 años de cárcel, solicitadas por el letrado de la familia y el Ministerio Fiscal, respectivamente. En concreto, Vázquez pedirá la condena máxima de 25 años de prisión por un delito de asesinato, más otros doce meses por el de hurto y una multa por hurto de uso, ya que el imputado se llevó presuntamente el vehículo de la víctima.
La Fiscalía, por su parte, apuesta por una pena de 22 años por el delito de asesinato, doce meses por el de hurto y una multa por hurto de uso. En lo que ambas partes coinciden es en la tipificación de asesinato frente a la de homicidio, al considerar, según la acusación particular, que en el crimen concurrieron los agravantes de alevosía y ensañamiento. Cabe recordar que Zaruba fue detenido un mes después de que se produjeran los hechos en Barcelona, y en enero del pasado año, estando ya recluido en la prisión de Puerto II, reconoció su participación en los mismos.
Aunque en un primer momento se apuntó a la posibilidad de que otra persona estuviera implicada en el suceso, finalmente el sospechoso en cuestión logró quedar fuera de la causa. Y es que fue él mismo, compatriota del acusado, el que se presentó voluntariamente en la Comisaría de Jerez y detalló lo ocurrido, inculpando de forma clara y directa al que se sentará en los próximos días en el banquillo.
En lo que respecta a la familia del fallecido, su letrado reconoció que se encuentra «nerviosa y expectante», sin poder evitar un doble sentimiento: «por un lado tienen ganas de que llegue por fin el procedimiento -recalcó Vázquez-, aunque no hace falta decir que no será algo agradable». No en vano, a pesar de que existe un firme acusado hay ciertos elementos relativos al caso aún por esclarecer.
Uno de ellos sería el móvil del crimen, que nunca llegó a determinarse, ya que a pesar de que el culpable se llevó del domicilio de la víctima un teléfono móvil, un ordenador y una cámara de fotos, no parece que ésta fuera razón suficiente para acabar con la vida de su propietario, ni explicaría el ensañamiento con el que se llevó a cabo el delito.