El presidente de Telefónica, César Alierta (2i), durante el juicio oral por el caso Tabacalera
juicio en madrid

Alierta defiende que no compró acciones de Tabacalera

Asegura que no comentó "con nadie" los movimientos estratégicos llevados a cabo en 1997 por la empresa tabaquera, ni dio recomendaciones de inversión a ningún miembro de su familia, como sostiene la Fiscalía

MADRID Actualizado: Guardar
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El presidente de Telefónica, César Alierta, ha asegurado que no compró "ni una acción de Tabacalera ni directa ni indirectamente" en el año 1997, cuando la empresa realizó diversas operaciones de relevancia, por lo que considera que no hubo "ninguna utilización de información privilegiada" en beneficio propio. En su declaración como acusado durante el juicio oral que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid por el 'caso Tabacalera', Alierta ha afirmado que no comentó "con nadie" los movimientos estratégicos llevados a cabo en 1997 por la empresa tabaquera -de la que era presidente-, ni dio recomendaciones de inversión a ningún miembro de su familia, como sostiene la Fiscalía Anticorrupción.

Entre las sociedades utilizadas para la inversión figura Lierde, en la que César Alierta y su mujer contaban con el 35% del capital, y cuyas compras de acciones el presidente de Telefónica ha asegurado desconocer por ser decisión de la gestora, si bien destacó que sus posiciones en Tabacalera apenas generaron el 2% de las plusvalías totales. Ha defendido en cualquier caso que la adquisición de la compañía estadounidense Havatampa y la subida de los precios del tabaco tuvo un impacto "cero" en la cotización de Tabacalera tras la comunicación de la operación a la CNMV y la publicación en el BOE del anuncio del precio del tabaco rubio.

Tras recordar que la subida del precio del tabaco rubio llevaba pendiente casi un año tras el alza del tabaco negro, Alierta también ha hecho hincapié en que el mercado conocía la intención de Tabacalera de realizar adquisiciones porque habían anunciado "por activa y por pasiva" que querían expandirse en el mercado de EEUU. Preguntado por el fiscal "si tenía prisa en comunicar la operación de Havatampa para hacerla coincidir con la inminente subida del tabaco", Alierta ha afirmado que la compañía estaba obligada a comunicar a los mercados toda la información relevante, por lo que, "como teníamos un acuerdo de intenciones prácticamente cerrado, por eso se lo comunicamos al mercado".

"El comentario es gratuito porque las cosas suceden cuando suceden. Esto es la realidad y lo demás son suposiciones", se ha defendido en relación a las alusiones del Fiscal Anticorrupción. "Está clarísimo y es evidente que no he comprado ninguna acción y que el tema del precio del tabaco y de Havatampa tuvo un efecto en la cotización que fue cero, por lo que no ha habido ninguna utilización de la información", ha sostenido Alierta. De hecho, ha asegurado que se enteró en 2002 de la compra de títulos de Tabacalera por parte de Creaciones Baluarte, la sociedad inversora constituida por él y vendida en mayo de 1997 a su sobrino Luis Javier Plácer, que la Fiscalía Anticorrupción considera el instrumento utilizado para la obtención de beneficios con el uso de información privilegiada.

Plácer culpa al gestor de la sociedad

El siguiente en sentarse en el banquillo de los acusados ha sido Plácer quien ha sostenido ante el tribunal que fue su gestor el que tomó la decisión de adquirir títulos de la empresa sin que mediara ninguna recomendación suya. Ha asegurado que ordenó al gestor de su sociedad Creaciones Baluarte que invirtiera en los seis o siete valores del Íbex-35 "que él creía que iban a subir", sin que se concentrara en menos de tres. ha explicado que conoció por primera vez en agosto de 1997 que se habían hecho las primeras compraventas de acciones de Tabacalera, que entonces constituían la única inversión de Creaciones Baluarte, adquirida a su tío.

También ha insistido en que no estaba al corriente de las operaciones de inversión de Creaciones Baluarte, ya que vivía en el Reino Unido y los extractos de la sociedad llegaban a casa de sus padres en España. En cualquier caso ha afirmado que conoció la operación de compra de Havatampa por Tabacalera "meses después" de haberse comunicado al mercado (el 11 de septiembre de 1998) porque vio una placa en Salomon Brothers, el banco de inversión donde trabajaba, que conmemoraba el asesoramiento a la empresa entonces dirigida por César Alierta ."No sólo no sabía de la operación, sino que no sabía que Salomon era asesor", afirmó el sobrino de Alierta .

La investigación de la CNMV fue cesada "sin conclusiones"

Tras Plácer, el turno ha sido para los inspectores de la CNMV Javier Fresno y Carlos Sánchez que investigaron el caso entre octubre de 1997 y mayo de 1998. Ante el tribunal ambos han asegurado que las pesquisas cesaron por orden del director de Inspección sin que hubieran finalizado los trámites ni hubieran llegado a conclusión alguna. "Sabía que no considerábamos cerrada la investigación" porque "todavía no cuadraba la información", se ha quejado Sánchez.

Entre las pesquisas pendientes figuraba la toma de declaración a Alierta, a quien el director de Inspección de la CNMV tomó la "decisión personalísima" de remitir un requerimiento escrito de información "probablemente cuando ya estábamos apartados del caso", ha declarado Sánchez. Su compañero y también testigo Javier Fresno recalcó que lo "habitual" en ese proceso de investigación era una entrevista personal, como ocurrió con Plácer y el gestor de su sociedad de inversión, Creaciones Baluarte, entre otros.

Según Fresno, el gestor de Creaciones Baluarte, Rafael Ibáñez, reconoció que fue él quien decidió invertir en Tabacalera y, de hecho, la CNMV no tuvo nunca acceso a ningún documento en el que Plácer ordenara invertir en la compañía. Sánchez ha objetado que "había muchas respuestas de Plácer que requerían hacer nuevas actuaciones para aclararlas" y que llegaron incluso a pensar en realizar un análisis grafológico porque la firma de Plácer y "la que constaba en la firma de gestión no era la misma y llamaba la atención".

Asimismo, los inspectores han reconocido que investigaron a otras personas relacionadas con la compra de Havatampa por el presunto uso de información privilegiada y a casi una veintena de familiares de Alierta y su mujer Ana Cristina Plácer, que habían comprado acciones de Tabacalera. Sus investigaciones revelaron que la mayoría de ellos eran "clientes gestionados", es decir, que las decisiones de inversión las tomaban los gestores, por lo que los inspectores creyeron que "no se habían beneficiado de información privilegiada".

La Fiscalía, que pide cuatro años y medio de prisión para César Alierta y cuatro años de cárcel para su sobrino, ha llamado también a declarar en calidad de testigos a una corredora de comercio del Banco Urquijo, el director de planificación de Tabacalera y un analista de la firma Merrill Lynch.