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La conflictividad sube el absentismo

Un ambiente tenso en el trabajo aumenta el número de incapacidades temporales, según los especialistas

E. M.
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España ha llegado a ser el país con mayor índice de bajas temporales de la Unión Europea y en algún momento tendría que bajar. El doctor Francisco Doña, especialista en Medicina del Trabajo, no duda de que la crisis ha influido en el descenso de solicitudes, aunque también han tenido que ver otros factores: «La inmensa mayoría de los trabajadores con una incapacidad temporal están enfermos», asegura el facultativo, que considera que más que el número de bajas el recorte se ha notado en la duración de las mismas.

«Los asalariados podían alargar sus convalecencias y tal vez ahora se apresuran a volver antes al trabajo por la situación económica», recalca. Aun así, el doctor Doña está convencido de que el control llevado a cabo por las administraciones ha surtido efecto. Según su experiencia no es tanta la picaresca en este aspecto como se pueda pensar. Ni el carnaval ni las demás fiestas llevan a los trabajadores a pedir una baja médica porque «si estás en la calle o cantas en un coro la gente te ve, sería inútil utilizar ese recurso».

Lo que sí eleva el absentismo laboral es la situación de conflictividad en las empresas. «Eso se repite en cualquier parte, trabajar en un ambiente cargado aumenta el número de bajas». En este caso muchas de ellas se solicitan por depresión. «He de reconocer que no se ha producido un aumento grande con la crisis, como se pudiera pensar, pero sí ha aumentado en los últimos años el factor psicológico como motivo de muchas incapacidades», dice el especialista.

Las afecciones más comunes tienen que ver con el aparato locomotor (lumbalgias, problemas de cervicales, etc.) y respiratorios (gripes, resfriados o alergias). Son menores las bajas relacionadas con accidentes laborales o traumatismos. La media se encuentra entre uno y tres meses, según el especialista gaditano para este tipo de problemas.

Precisamente, las enfermedades que se pueden prestar a un mayor alargamiento de la convalecencia son las depresiones y los problemas osteomusculares como el dolor de espalda. «No tenemos un termómetro que mida el dolor ni el estado de ánimo y es ahí donde los pacientes pueden aprovechar». No obstante, advierte que «existen mecanismos de control y aunque sea el médico de familia el que firme la baja, los médicos del trabajo pueden llamarlos a inspección en la Unidad de Valoración Médica de Incapacidades».

Otro de los aspectos que resalta es la necesidad de mejorar la comunicación entre el facultativo de Atención Primaria y el de la inspección. «Nuestra labor está muy relacionada y no hay un diálogo entre especialistas, sería muy recomendable».