Abatidos cuatro soldados libaneses en una emboscada

Cuatro soldados libaneses fueron asesinados ayer al ser atacada su patrulla en las cercanías de Baalbek, 60 kilómetros al este de Beirut, en lo que podría ser un acto de venganza tribal por la muerte el pasado marzo en un control militar de un conocido narcotraficante de la zona, identificado como Ali Abás Yaafar. Según fuentes de Seguridad, se trató de una emboscada, en la que los atacantes, a bordo de dos vehículos todoterreno, utilizaron primero grandas anti tanque para detener el convoy, al que posteriormente ametrallaron, hiriendo de gravedad a un oficial y de diversa consideración a otros 11 militares.

Los medios de comunicación locales informaron de que la operación fue festejada con gritos y disparos al aire en Baalbek, al tiempo que las Fuerzas de Seguridad se desplegaban por tierra y aire en el circundante Valle de la Bekaa en busca de los autores.

Desde la Presidencia del Líbano, el general Michel Suleiman pidió al jefe de los Ejércitos que castigue a los criminales «a cualquier precio» y exigió a la población que coopere y no contribuya a «ocultar» a los culpables. La milicia chií Hezbolá, que tiene en Baalbek uno de sus pocos bastiones en la mitad norte del país, expresó su «rotunda condena» por lo ocurrido.

El incidente ocurre a dos meses de la celebración de elecciones generales en el Líbano, previstas para el 7 de junio, y ha venido a golpear de nuevo al Ejército.