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Rajoy menosprecia la trayectoria de Salgado para ocuparse de la economíaEl PP pide que el presidente se someta a una cuestión de confianza
El líder de la oposición acusa a Zapatero de querer convertir la Vicepresidencia económica «en una suerte de Secretaría de Estado a sus órdenes»
| COLPISA. MADRID COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl líder de la oposición recibió con críticas a la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, menospreció su trayectoria y consideró que su nombramiento no es la mejor solución para generar confianza entre los agentes sociales. Este ataque en toda regla a la nueva responsable del equipo económico del Gobierno presidió el análisis que hizo ayer el primer partido de la oposición en la reunión del comité de dirección, que presentó un balance muy negativo del primer año de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
Mariano Rajoy y su equipo recuperaron ayer la actividad política tras descansar durante la Semana Santa, mientras el presidente del Gobierno remodelaba su gabinete. Aunque con algunos días de retraso, los populares no ahorraron críticas a Rodríguez Zapatero y a los ministros recién nombrados. De nuevo, el PP situó en la diana de su oposición a la responsable de la política económica como antes hiciera con su predecesor, Pedro Solbes. Rajoy ignoró su gestión en los ministerios de Sanidad y Administraciones Públicas y dijo que Salgado «no tiene ninguna trayectoria» o, en el mejor de los casos, «su trayectoria es, lisa y llanamente, una página en blanco». Por lo tanto, concluyó que su presencia al frente de la Vicepresidencia segunda «no parece lo mejor para recuperar la confianza en una época de crisis» e insistió en que los agentes económicos y la prensa internacional ven «con preocupación» su nombramiento.
El partido opositor y el propio Rajoy pidieron reiteradamente la cabeza de Solbes en los últimos meses y, ahora que el vicepresidente ha sido relevado de su cargo, el líder de la oposición interpreta el cambio como un intento del presidente del Gobierno de manejar personalmente la economía. «Da la impresión -dijo en rueda de prensa- que Zapatero quiere convertir la Vicepresidencia económica en una suerte de secretaría de Estado a sus órdenes». «Quiere llevarlo todo y eso es preocupante», añadió.
El presidente del PP describió la remodelación gubernamental como una operación de imagen al servicio de los mensajes propagandísticos de los socialistas y al margen de los intereses de los ciudadanos. «¿Qué va a pasar con la política que le importa a los españoles?», preguntó retóricamente e ironizó sobre el cambio de ritmo que quiere imprimir Rodríguez Zapatero a su política al comentar que «quizá tenga que ver con los telediarios». En su opinión, los nuevos ministros y vicepresidentes ofrecieron una imagen «inaudita» en sus primeros días de mandato porque «se han reunido consigo mismos, se han dado jabón hasta la saciedad y copado los telediarios en un espectáculo que todavía nadie ha explicado qué tiene que ver con los intereses de los españoles».
Antes de esperar a nada más, el PP lanzó una clara descalificación global sobre el nuevo ejecutivo y su líder aseguró que la remodelación no le merece «ninguna confianza». Del nuevo ministro de Fomento, José Blanco, dijo que «sus antecedentes no son buenos» y, aunque se mostró partidario de invertir dinero en obras públicas e infraestructuras, advirtió de que la cifra del déficit puede alcanzar el próximo año la categoría de «astronómica». Expresó su inquietud y confusión ante el reparto de competencias entre las vicepresidencias segunda y tercera en materia de financiación de las autonomías. «¿Quién es el responsable de la financiación autonómica? ¿Va a llevar Chaves este asunto?», inquirió. «No es un tema menor», añadió, y preguntó si Salgado mantendrá entre sus responsabilidades la Secretaría de Estado de Hacienda, a la que corresponde la financiación autonómica.
Rajoy explicó también que preguntará a Rodríguez Zapatero en su comparecencia ante el pleno del Congreso por qué necesita tres vicepresidencias, los motivos del cambio de las competencias de políticas sociales del Ministerio de Trabajo al de Sanidad y por qué cambió su equipo antes de cumplir un año el que formó tras las elecciones.
Balance negativo
El presidente del PP aplicó asimismo un balance negativo a casi todas las decisiones de relevancia de Rodríguez Zapatero en el último año. A su juicio, el primer Gobierno de esta legislatura, su gestión y su estructura han sido «un fiasco». Indicó también que estos doce meses después de las elecciones de marzo de 2008 han sido un «estrepitoso fracaso», a la vista de las cifras de paro y el retroceso del nivel de renta de los españoles en relación con sus vecinos europeos. «Somos más pobres», afirmó, y añadió que «hacía mucho tiempo que no vivíamos una situación así». Culpó de todo ello al anterior Gobierno de Rodríguez Zapatero, a su política económica, a la ausencia de reformas y a su «escasísima» actividad. Dijo que el presidente es consciente de su fracaso y explicó que ése ha sido el motivo por el que cambió su gabinete, además de por sus «notorias» discrepancias con el ex vicepresidente Pedro Solbes.
El comité de dirección del PP aprobó un documento con sus propuestas sobre reformas estructurales, que incluye un plan de austeridad para las administraciones; la reestructuración del sistema financiero a través de una hoja de ruta que incluya medidas para garantizar la transparencia y viabilidad de las entidades financieras con problemas; una reforma fiscal; un nuevo impulso al Pacto de Toledo y un gran acuerdo para mejorar las prestaciones por desempleo.
El líder del PP es reacio a presentar una moción de censura, aun a sabiendas de que el Gobierno carece de apoyos parlamentarios sólidos. Por el contrario, la portavoz del Grupo Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió al jefe del Ejecutivo que se someta a una cuestión de confianza en el Parlamento para calibrar el respaldo político con el que cuenta en estos momentos.
Sáenz de Santamaría únicamente sería partidaria de censurar al presidente del Gobierno si su grupo contase con los votos suficientes como para ganar la votación en apoyo de Mariano Rajoy como candidato alternativo, tal y como prevé la legislación. En su opinión, las mociones de censura se presentan «para ganarlas», según dijo ayer en una entrevista en Telemadrid, y es obvio que el PP no confía en reunir los votos suficientes como para que Rajoy pueda sustituir a Rodríguez Zapatero en el poder.
La portavoz popular prefiere que Rodríguez Zapatero utilice la fórmula que prevé la Constitución para demostrar la solidez del Gobierno en el ámbito parlamentario y se someta a una cuestión de confianza cuya iniciativa corresponde siempre al jefe del Ejecutivo. En su opinión, el líder socialista «debe preguntar a las Cortes cuáles son sus apoyos en un país que necesita un Gobierno sólido para salir de la crisis». Sáenz de Santamaría recordó que el Ejecutivo tiene dificultades para sacar adelante todas sus iniciativas en el Congreso.