Los comerciantes solicitarán ayudas para paliar las pérdidas por la reforma del centro

Los comerciantes y minoristas a los que afectarán las obras de implantación del tranvía metropolitano a su paso por el centro de la ciudad tienen previsto pedir a la administración municipal quese les compensen de alguna forma las pérdidas económicas que pudieran sufrir así como las molestias derivadas de estos trabajos en los próximos años.

En un primer momento, y aunque aún no se ha realizado una valoración económica al respecto, desde la patronal del pequeño comercio local, Adeco, se considera que «habrá que compensar de alguna forma a los minoristas, y hacerlo antes de que sea demasiado tarde como ocurrió con las obras en la Plaza Mayor».

Son palabras del presidente de la Asociación de Comerciantes de Chiclana, Fernando Sotomayor, que apuntó a este medio que «las fórmulas pueden ser múltiples, como por ejemplo la posibilidad de fraccionar los tributos que pagan estos comercios o tal vez una ayuda directa para paliar la reducción de ventas que muchos sufrirán».

Aun así, desde Adeco se reconoce que la situación en Chiclana es mucho menos dramática de lo que ha sido en los últimos años de trabajos del tranvía en la calle Real de San Fernando. Según las primeras estimaciones, en el municipio chiclanero habría más de una treintena de comercios directamente afectados por esta actuación, mientras que en La Isla superan las dos centenas.

Donde más se notarán las molestias de los trabajos para construir la infraestructura del tranvía será en la calle Mendizábal y en la Alemeda Solano. Algunos de los comercios allí ubicados incluso llegaron a firmar hace unos meses un documento de oposición a que esta infraestructura pase por este núcleo urbano, algo que defendía el Partido Popular.

Sin embargo, Junta y Ayuntamiento suscribieron hace unos meses un convenio de colaboración para la construcción del tramo urbano del tranvía metropolitano, que incluye la aportación municipal de los suelos y la financiación de más de 45 millones de euros para su construcción.

Los comerciantes esperan que los trabajos, que durarán más de dos años, «no arruinen ningún negocio de la ciudad».

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