La Soledad llena de recogimiento el epílogo cofrade en Puerto Real

La La explanada de la iglesia de la Victoria se encontraba la tarde-noche del Viernes Santo atestada de personas que se dieron cita para contemplar la salida procesional de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro de la Venerable y Real cofradía del mismo nombre. La figura yerta de Jesús, tallada en madera de cedro y exornada con lirios morados, desfiló por las calles puertorrealeñas cargada por 30 costaleros al mando de Manuel Sánchez Berenguer y compañada por la capilla musical Orpheus de San Fernando. Acompañaron a la imagen del Cristo yacente, cuatro ángeles que están datados en 1700 y que son parte de un grupo de once que fueron comprados, metidos en un saco, en la sevillana poblacón de Ecija.

El paso de palio, uno de los pocos de la provincia que lleva cinco varales en cada lado y bambalinas metálicas plateadas, iba adornado con rosas de color champagne y cintias, y fue llevado por 50 hermanos costaleros dirigidos magistralmente por Domingo Burgos y Antonio Vergara y acompañado por la banda de música local Pedro Alvarez Hidalgo. Esta bellísima imagen, volvió una vez más en su recogida a ver cómo por tres veces la puerta de la iglesia se le cerraba al querer franquearla, ante el entusiasmo de la gran multitud que se dio cita para contemplar esta tradicional y popular costumbre. Este año, la hermandad estrenó un banderín conmemorativo del XXV Aniversario Fundacional del Grupo Joven,realizado en terciopelo negro y bordados en hilo de plata, que ha sido confeccionado por el bordador José Pastor. El busto de Nuestra Señora de la Soledad que completa el banderín ha sido realizado por la licenciada en bellas artes Pilar Reguera. También se estrenaron 9 dalmáticas en damasco negro y pasamanería en color plata que llevaba el cuerpo de acólitos del paso de palio, los del paso del Santo Entierro estrenaron 10 roquetes blancos realizados en tela de sarga.

Chiclana

La hermandad de la Vera Cruz, con el reverendo José María Alcedo como Director Espiritual, realizó en la tarde del viernes su recorrido procesional. Con una comitiva compuesta por unos 170 nazarenos con túnica negra y capirote y capa verde oscuro, los sones de la Agrupación Musical La Caridad de Sanlúcar acompañaron el desfilar del Cristo crucificado que representa la escena. Desde las 19 horas el público se congregó en la Plaza de Santo Cristo, de donde salió la procesión para dirigirse hacia la carrera oficial y terminar su puesta en calle pasada la medianoche.De estreno la Hermandad de la Vera Cruz lució ayer el cuerpo de acólito así como las túnicas dalmáticas, y Rafael Ortiz y Joaquín Ortiz ejercieron de capataces principales. Ya por la noche, La Soledad y el Santo Entierro tomaron el relevo en los desfiles chiclaneros más espectaculares de la presente Semana Santa de 2009. Hasta bien entrada la madrugada, los costaleros reivindicaron el Viernes Santo como el día grande de los desfiles, y conjugaron a la perfección la solemnidad y el silencio del momento con la grandilocuencia de las imágenes y la belleza de su recorrido en las cales de la ciudad. La música estuvo a cargo de la Banda de Nuestro Padre Jesús Nazareno de San Fernando. Rosas rojas, monte verde de pino y rosas blancas decoraron el palio de la virgen ante la atenta mirada de miles de chiclaneros que contemplaron el desfilar de la procesión más solemne de la ciudad durante todo su recorrido.

El Puerto

A las siete y cuarto de la tarde se abrieron las puertas de la iglesia de San Joaquín para que iniciase su desfile procesional la hermandad de la Vera-Cruz. Las imágenes de Nuestra Señora del Mayor Dolor y de San Juan Evangelista son obras atribuidas a Pedro Roldán y de talla estofada y policromada. La Dolorosa es obra de Sebastián Santos. Poco después de la una de la madrugada el cortejo regresaba a su templo.

En el paso marcha un Cristo yacente en una urna. La imagen es una obra de finales del siglo XVI, que originariamente tenía los brazos articulados para poder efectuar la transición desde la crucifixión, descendimiento y santo entierro. Ya en el siglo XX, en 1926, el escultor Juan Botaro fijó los brazos en la posición yacente y talló la melena sustituyendo la de pelo natural que tendría posiblemente desde el siglo XVIII.La Dolorosa es obra de Gaspar Becerra en el año 1563. Ya de madrugada regresó al templo más representativo de la Semana Santa portuense.

Jerez

Un Viernes Santo sin retrasos puso el broche de oro a la mejor Semana Santa que se recuerda gracias a muchos factores. La Madrugá y el Viernes Santo se dieron la mañana para ofrecernos dos grandes días de procesiones en la calle, tan sólo ensombrecidos por las escasas precipitaciones que hubo en la mañana del Viernes Santo. Por lo demás, un broche de oro a la Semana Santa de categoría, con las hermandades siendo solidarias entre ellas y acumulando tan sólo pequeños retrasos en las recogías, pero respetando los tiempos de paso por la Carrera Oficial y por las zonas de cruce de las hermandades. Aun así, hay que analizar los horarios e itinerarios de estas cofradías, puesto que el Viernes Santo sigue siendo el día más problemático de toda la Semana Santa.

Sierra

Arcos vivió el viernes su última jornada de la Semana de la Pasión, a excepción del Domingo in Albis que se celebrará la procesión del Resucitado. La lluvia respetó a las hermandades a pesar del incidente del principio de la mañana con el Nazareno. La tarde cofrade comenzó con la salida del Dulce Nombre de Jesús, el Santísimo Cristo de las Penas y Nuestra Señora de la Quinta Angustia, a las 19:00 horas. El paso del Niño Jesús lucía, por primera vez, un suelo de césped natural, sustituyendo a los tradicionales claveles rojos. La hermosura de la Quinta Angustia con el cuerpo de su hijo inerte en los brazos, nada más bajarlo de la Cruz, provocaba emociones mil a su paso.

El pueblo de Arcos volvió a renovar su comunión con el Nazareno en una Madrugada en al que el Señor de Arcos bendijo el municipio. A las dos de la mañana se abrió la puerta de San Agustín y el corazón del bello municipio serrano comenzó a latir con más fuerza que nunca, el madero que el Nazareno lleva sobre su hombro era la carga que esta localidad está padeciendo y su hermosura y belleza son la muestra palpable de que el municipio superará la situación. La salida sólo pudo ser presenciada por un grupo reducido de privilegiados, debido a la estrechez de las calles.

El Nazareno fue protagonista de un bello pasear por el Casco Antiguo, interrumpido constantemente por los saeteros que con su garganta querían acompañar a Cristo en su camino al Calvario. Pasadas las cinco de la mañana tuvieron lugar las tradicionales plegarias en la calle Corredera que contaron con la presencia de miles de fieles que a pesar de la hora participaron de un acto emotivo de homenaje al Cristo.

La llegada del Nazareno a San Francisco se produjo al alba. Allí, con los primeros rayos del sol del día, el Cristo bendijo por primera vez a su pueblo y volvió al centro de la localidad para volver a adentrarse en el Casco Antiguo, camino del Barrio Bajo. Una llegada que nunca se produciría porque algunas gotas hicieron acto de presencia.

El Cristo tuvo que ser resguardado en la Iglesia de San Pedro Apóstol y allí esperó hasta que clareó un poco el día y pudieron trasladarlo de nuevo hasta San Agustín, su sede canónica.