Desastre culposo

La llamada a un «examen de conciencia» por parte del presidente Giorgio Napolitano ante las causas últimas que pudieron facilitar el desastre provocado por la sucesión de movimientos sísmicos en la región de Abruzzo y, en especial, en la ciudad de L´Aquila, ha desembocado en una investigación por parte de la fiscalía italiana. Al recabar del ayuntamiento de la capital regional los proyectos de construcción de los edificios levantados en los últimos años, la fiscalía trata de indagar en qué medida las casi trescientas víctimas mortales de la tragedia lo han sido por la utilización de materiales inapropiados y por incumplimiento de normas técnicas obligatorias. La sospecha de que el terremoto sólo ha puesto en evidencia las carencias en la construcción y supervisión municipal de muchas casas de L´Aquila se impone al recurrente discurso de la fatalidad.