terrorismo en perú

Al menos trece militares muertos en dos emboscadas de Sendero Luminoso

El control de las rutas del narcotráfico podría estar detrás de los enfrentamientos

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Las emboscadas de los rebeldes de Sendero Luminoso que causaron el jueves trece militares muertos y tres heridos en una zona andina de Perú podrían estar relacionadas con la lucha del grupo por hacerse con el control de las rutas del narcotráfico. Con estas dos últimas actuaciones son ya once los ataques en lo que va del año entre las fuerzas de seguridad y los efectivos restantes de Sendero Luminoso.

"La lucha contra la guerrilla no es fácil porque las Fuerzas Armadas no están atacando la raíz del problema; que son las bandas de narcotraficantes que operan en esas zonas", según el analista en temas de violencia, Jaime Antezana. Perú es el segundo productor mundial de cocaína, detrás de Colombia. El narcotráfico en tierras peruanas ha aumentado en los últimos años de la mano de cárteles internacionales, principalmente mexicanos, según datos de la policía local.

Gran parte de los efectivos restantes de Sendero Luminoso operan en la zona del VRAE (valle de los ríos Apurímac y Ene) bajo el mando del camarada Alipio'y los hermanos Quispe Palomino. Otro grupo se encuentra en la zona cocalera del Huallaga, en la región central de Huanuco, y es liderado por el camarada Artemio, el único miembro de la cúpula en libertad.

Según Antezana, la actuación de los "narcosenderistas" se amplió desde el 2005 con emboscadas por el dominio de las rutas de transporte de droga, de Los Andes y Selva del país hasta la costa del Pacífico, desde donde son enviadas al extranjero. "Esto es un nuevo conflicto, no es la continuación de la guerra popular, de lo que fue Sendero Luminoso", afirmó. "Creo que si seguimos con este enfoque vamos a tener muchas mas víctimas", dijo el analista. Desde la última ofensiva militar llamada "Excelencia", no se ha informado de ninguna captura importante de miembros del grupo Sendero Luminoso, agregó.

Antezana apunta que los enfrentamientos con los rebeldes han dejado 59 muertos desde mediados del 2003, cuando comenzaron a resurgir los ataques. De las víctimas, 25 fueron militares, 23 policías y el resto civiles, dijo. Estos ataques "tienen un carácter sistemático, ya van once en lo que del año y lo más grave es que son las fuerzas de orden las que han llevado la peor parte", cree.

Ataques

Los dos ataques se produjeron el jueves, pero el ministro de Defensa, Antero Flores-Aráoz, confirmó ayer en una rueda de prensa el número de víctimas que patrullaban diferentes puntos de una localidad remota en la región de Ayacucho, cuna del grupo maoísta Sendero Luminoso.

En el primer ataque murió un soldado y en el segundo murieron doce, entre oficiales y soldados del Ejército. El saldo de víctimas es el peor desde octubre del año pasado, cuando murieron una docena de militares y dos civiles en otra emboscada. Flores-Aráoz informó que los rebeldes usaron granadas y cargas de dinamita que colocaron en un camino agrícola y cuando pasaban las patrullas las hicieron estallar.

"Parte de las armas han sido sustraídas seguramente por los miembros de Sendero Luminoso y los narcoterroristas. Hay un (soldado) desaparecido", dijo Flores-Aráoz. "Los (tres) heridos están fuera de peligro en una hospital. Llegaron con esquirlas en el cuerpo", agregó. Un oficial declaró, en la misma conferencia de prensa, que muchas de las víctimas cayeron a un barranco por el camino donde patrullaban en la localidad andina de Sanabamba.