ESTABLE. Uno de los negocios pertenecientes a la cadena de franquicias de Burger King. / C. C.
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Los locales de comida rápida sacan tajada a la recesión

Los descuentos y las ofertas especiales para los niños y para los jóvenes, que atraen a toda la familia, son las bazas de los 'fast food'

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Se han posicionado como la mejor opción para comer en la calle sin tener que rascarse demasiado el bolsillo. Los restaurantes de comida rápida están sobrellevando la crisis mejor que otros locales dedicados a la restauración. De hecho, dependiendo de la zona, no sólo han logrado mantener sus ventas con respecto a años anteriores, sino que han experimentado un crecimiento destacable de las mismas.

La filosofía de estos sitios es sencilla: abundante comida a un precio económico. Son las franquicias las que están logrando un mejor negocio ya que reúnen una serie de condiciones que les permiten que sus locales estén llenos a la hora de comer.

En primer lugar está la ubicación, ya que la mayoría de ellos suelen estar en sitios céntricos de la ciudades o de fácil acceso, siendo referencia de muchos parques comerciales de la provincia, de forma que entre sus ventajas está la comodidad del aparcamiento, por ejemplo, o la posibilidad de poder pedir sin necesidad de bajarse del automóvil para llevarse la comida a casa.

David Acedo es el encargado de uno de los establecimientos de la cadena Burger King y asegura que «las ventas se han incrementado pero por una razón muy sencilla, porque las ofertas son muy tentadoras pues por tres euros tienes una hamburguesa, patatas fritas y refresco, con lo cual ya has ganado bastante».

Ventajas

Pero la reducción de precios y las promociones no son el único arma que tienen los locales de este tipo de comida. En el caso de las pizzas lo que más demandan es el servicio a domicilio «y ahora mismo se están ofreciendo las mismas ofertas que si vienes al local, de manera que estamos dando la comodidad de que la comida llegue a tu casa con la misma ventaja de acudir al local, lo que resulta muy tentador», expone Toñi Macías, que es una de las encargadas de Pizza Hut. Un servicio que cuenta con una gran cantidad de adeptos que no dudan en realizar sus pedidos por vía telefónica.

Luego está otro de los grandes puntos fuertes de la comida rápida: los niños. Los clientes infantiles y juveniles son los clientes más fieles de este tipo de establecimientos. Además, juegan con la ventaja de que suelen tirar del resto de la familia, de forma que se aseguran una venta mayor por cada visita.

Los recintos están generalmente adaptados para los más pequeños y sus menús traen un regalo, de manera que ofertan entretenimiento y comida, mientras que para los padres ofrecen la tranquilidad de degustar la comida mientras que sus hijos juegan. En el caso de los clientes juveniles, saben que no tienen un poder adquisitivo alto y que dependen de sus padres, de manera que realizan continuas ofertas para atraerlos. «Por ello, los menús de ahorro estaban mucho antes de que llegara la crisis con la intención de conseguir más clientes y funcionan bien», alude Raquel Murillo, encargada de otro local.