Casi la mitad de los andaluces que cambian de residencia por trabajo son gaditanos

Ni cambiando de provincia se consigue un contrato de trabajo. La destrucción de empleo provocada por la crisis durante el pasado año ha pasado factura también a la movilidad laboral. Durante 2008 se redujo en un 16% el número de trabajadores de la provincia que firmaron contratos de trabajo en otros territorios, según el estudio Datos básicos de movilidad de los trabajadores durante 2008 que ha elaborado el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal.

A lo largo del pasado ejercicio se firmaron 487.820 contratos en la provincia, de los que 38.625 fueron suscritos por trabajadores cuyo último trabajo se encontraba en otro territorio. Sin embargo, el número de desplazamientos de gaditanos a otras provincias por razones de trabajo el año pasado fue de 82.733. La diferencia entre los que llegan de fuera y los que se van arroja un saldo negativo de 44.108 contratos. Éste es el más alto de toda España. De hecho, el segundo resultado más alto de esta resta es el de Alicante con 38.710 -esta provincia duplicó este indicador en 2007, cuando comenzó a desinflarse la burbuja de la construcción-. La suma de estos saldos negativos de la provincia de los últimos tres años señalan que cerca de 155.000 contratos fueron firmados por trabajadores gaditanos que se fueron a otras provincias. Esto no significa que se deba computar una persona por cada contrato firmado. Un mismo gaditano que en enero perdiera su empleo y antes de acabar el mes ya estuviera trabajando en Huelva, por ejemplo, podría volver a Cádiz con otro trabajo que se le acabara poco tiempo después y que finalizara el año con un puesto en Sevilla; estos cambios laborales de una sola persona computarían en este estudio como dos contratos que se han ido de Cádiz y uno que ha entrado. El delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, explicó que este alto saldo negativo «se debe a las elevadas tasas de paro que tiene la provincia».

Tópico

El secretario provincial de UGT, Pedro Custodio González, señaló al respecto que con estos datos se cae un tópico sobre los trabajadores gaditanos: «Este estudio demuestra que los trabajadores de la provincia están dispuestos a desplazarse a otra provincia para trabajar y que así lo hacen». Igualmente, su homólogo en CC OO, Manuel Ruiz, aseguró que «estos datos desmontan las teorías de que los gaditanos se oponen a la movilidad»; y apostilló que lo que le parece inaceptable es que «los gastos que puedan implicar el desplazamiento superen a los ingresos del nuevo puesto». Uno de los datos más significativos que se desprenden de este análisis de los desplazamientos de trabajadores es que el 40% de los andaluces que cambian de residencia por razones de trabajo tras suscribir un nuevo acuerdo laboral son gaditanos. Esto tiene dos lecturas. Por un lado, la oferta de trabajo en la provincia es bastante escasa y la población se ve obligada a buscar empleo en otros territorios -éste es el corolario negativo-; por el otro, y éste es el positivo, la población activa gaditana es consciente de las dificultades de encontrar una salida laboral en su lugar de origen y están dispuestos a cambiar su residencia para contar con un puesto de trabajo. Bouza coincidió con los dirigentes sindicales en que con estos datos de movilidad «se rompe un mito».

Precariedad

La cifra total de contratos que se rubricaron en la provincia el pasado ejercicio fue de 487.820. La población activa tuvo una media durante 2008 en la provincia de 547.000 personas. La enorme cantidad de contratos indica la temporalidad que implican. Ruiz declaró al respecto que «el mercado laboral gaditano está muy precarizado y esto no se debe en exclusiva a la construcción y la agricultura». Acusó a los empresarios de realizar un «uso y abuso de la temporalidad que llega a entrar en lo fraudulento». Del mismo modo, González apuntó que «desde hace tiempo venimos denunciando la precariedad y eventualidad en el trabajo que se padece en Cádiz». El dirigente ugetista también aseguró que estos datos «ponen a las claras que los empresarios no apuestan por los trabajadores cualificados y productivos, que se tienen que ir fuera a trabajar». Bouza apuntó que el problema de la alta temporalidad en el empleo «no es nuevo» en la provincia y señaló que «en los últimos años la provincia ha experimentado un importante crecimiento económico que se ha traducido en creación de empleo».

Las dos provincias andaluzas que tienen un resultado más equilibrado en lo que respecta a la diferencia de entrada y salida de contratos son Jaén y Sevilla, ambas con un saldo positivo de 2.979 y 2.616, respectivamente. El territorio de la comunidad que recibe más mano de obra de las demás provincias es Málaga, con una liquidación a favor de cerca de 11.200 contratos.

En comparación con el resto de España, Cádiz duplica el saldo negativo de la totalidad de la Comunidad Valenciana -y eso a pesar de que Alicante es la segunda provincia con un saldo negativo más alto-; otras regiones, como Castilla-La Mancha, muestran un flujo muy equilibrado de entrada y salida de contratos con una diferencia negativa de 2.788 acuerdos laborales.

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