«Mataremos al capitán si no se aceptan nuestras condiciones»
El FBI se hace cargo de la negociación con los piratas del 'Alabama'
| CORRESPONSAL. NUEVA YORK Actualizado: GuardarEl asalto corsario al buque de bandera estadounidense 'Alabama' cuando navegaba por las aguas del Índico se complicó ayer con la presencia de barcos de guerra y dos lanchas de piratas fuertemente armados que habían salido del puerto somalí de Haradheere para ayudar a sus compinches. En el puerto pirata de Haradheere, un miembro de la banda asaltante advertía a Reuters de que sus colegas estaban armados y listos para defenderse. «Lo que queremos es que paguen un rescate, el capitán es nuestro escudo. Mientras esté a bordo no destruirán nuestro bote», declaró.
En medio de una escena que Hollywood todavía no ha alcanzado a imaginar, una lancha salvavidas del propio barco mercante asaltado el miércoles daba vueltas sin rumbo con cuatro piratas y el capitán del 'Alabama', Richard Philips, como rehén, a bordo. Según manifestó la secretaria de Estado, Hillary Clinton, «parece que se están quedando sin combustible».
El FBI se encarga ya de las negociaciones con los piratas, que probablemente no saben las muchas limitaciones políticas que tienen los barcos de guerra estadounidenses para actuar en aguas internacionales. Los filibusteros se habían alejado del 'Alabama' en un bote, acompañados del capitán Philips, que se había ofrecido voluntario. Los veinte hombres de la tripulación se quedaron con el pirata al que habían reducido y atado durante la rebelión por la que retomaron el control del barco. «Nosotros se lo entregamos (al pirata) pero ellos no nos devolvieron a nuestro capitán», contó acongojado Ken Quinn, en directo a la CNN. «Estamos ofreciéndoles lo que podemos, comida, pero no está funcionando muy bien», admitió. Un elemento de la historia que la convertía en 'reality show' fue la capacidad de algunos medios para contactar telefónicamente con los de los protagonistas del drama en alta mar.