
El barrio de la Bazán llena de rosas a su Jesús del Gran Poder
Actualizado: GuardarEl triunfo de este Miércoles Santo ha dejado en el olvido la negra jornada del año pasado en la que la lluvia impidió a las tres cofradías del día hacer su recorrido por la ciudad. El tiempo acompañó esta vez y también lo hicieron los isleños que volvieron a salir a la calle con la misma fuerza que días anteriores. Las hermandades del Gran Poder, Vera-Cruz y Servitas pudieron completar su recorrido por las calles de La Isla.
Sin duda, el barrio de la Bazán vivió ayer su mayor momento de gloria de la Semana Santa con el cortejo morado y blanco de la Hermandad del Gran Poder paseando por sus calles. Esta tradicional barriada isleña recibió con sus ventanas y balcones llenos y con las calles a rebosar, a un Nazareno con la Cruz a cuestas y a la Dolorosa Virgen del Amor, bajo palio. Los pétalos de rosa no cesaron de caer del cielo para agradecer la visita de un Jesús portando en la cabeza la corona de espinas y camino a la muerte. La hermandad con más hermanos del Miércoles Santo, unos 990, fue seguida por más de 400 penitentes.
La imagen del Nazareno, titular de la hermandad lució habiendo sido restaurado recientemente por su propio autor, el imaginero sevillano, Antonio Dube de Luque, que talló tanto la imagen del Cristo como la de la Virgen en 1977.
La agrupación musical Santísimo Cristo de Humildad y Paciencia Isla de León acompañó al Cristo a ritmo de tambores, y fue la banda de música local de la Cruz Roja la que siguió al palio de la Virgen. La Dolorosa, destacó por ser el único palio bordado sobre malla dorada que procesiona en la ciudad. Sobre el techo volvía a lucir una Gloria con la Sagrada Familia, pintada al óleo por el artista isleño Agustín Maldonado.
Los cirios iluminaron el puente
Desde la parroquia de la Sagrada Familia pasando por las calles más significativas del barrio de la Bazán como Marqués de la Ensenada, Carlos III, o Arapiles, siguió el cortejo por el casco histórico de la ciudad para hacer la Estación de Penitencia en el Convento de las Madres Clarisas Capuchinas. No faltó en el recorrido el paso por el puente Jesús del Gran Poder, que quedó iluminado con las luces de los cirios. Aunque esta procesión salía de las puertas de su templo a las cinco de la tarde, fue la última del día en regresar, haciéndolo pasadas las dos y media de la madrugada.
Y una hora antes lo hacía la Orden Seglar de los Siervos de María Santísima de los Dolores en la Iglesia Mayor Parroquial. Servitas estrenó este año un nuevo paso, en fase de carpintería, realizado en los talleres sevillanos de Manuel Guzmán. El templete característico de esta procesión se mantuvo intacto cobijando a una Virgen de los dolores, patrona de la fraternidad.
El cortejo lo abrió la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte a hombros de los hermanos, ataviados con túnica negra con correa de cuero y escapulario negro. El Cristo muerto en la Cruz es una obra del escultor isleños Alfonso Barraquero, mientras que la Virgen de procedencia genovesa, fue tallada por un autor anónimo de finales del siglo XVII o principio del XVIII. Ambos fueron seguidos por más de 200 penitentes y por una pequeña capilla de música que acompañó como en años anteriores a la Virgen de los Dolores, lo que imprimió a este paso, un colorido musical muy particular.
Las ánimas se quedaron solas
Una de las curiosidades del transcurrir de ayer de esta Orden Seglar es que el recorrido tuvo que ser modificado y el cortejo no pudo procesionar por la estrechez del Callejón de Ánimas, como consecuencia de las dimensiones del nuevo paso, que fue cargado por la cuadrilla de la propia Orden con más de 400 hermanos.
Una parada Mayor
La única cofradía que realiza Estación de Penitencia en la Iglesia Mayor Parroquial fue de nuevo ayer la Hermandad de la Vera-Cruz. A su interior entró todo el cortejo al completo protagonizando otro de los momentos claves de la noche.
Una cuadrilla de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno se encargó como es tradición de llevar el paso del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz. El único paso de esta hermandad representó el clásico calvario, en el que aparece Cristo muerto en la Cruz, estando a sus pies la Virgen del Mayor Dolor, San Juan Evangelista, María Magdalena que recoge las gotas de sangre del Redentor en un cáliz y María Salomé y María de Cleofás cosiendo un sudario.
La hermandad no presentó este año ningún estreno, aunque en estos momentos se encuentran reparando la capilla de la parroquia ubicada en la calle Patrona. El paso esta realizado en madera de caoba tallada en estilo barroco con relieves representando las escenas del Via-Crucis. En sus esquinas lleva las imágenes de los cuatro Profetas Mayores Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, obra del imaginero sanroqueño Luis Ortega.
Iluminado por cuatro candelabros y acompañado por la música de la Banda Municipal, el paso que se estrenó en 1982, fue seguido por más de 200 penitentes y 500 hermanos.
Hoy, jornada de Jueves Santo, le tocará salir a la calle a la Hermandad del Perdón que lo hará a las 16:00 horas de la parroquia de la Inmaculada, la Misericordia saldrá de la Divina Pastora a las 18:15 horas, y por último, la Expiración o como es conocido por todos, el Silencio, comenzará su recorrido por las calles de la ciudad desde la parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco a partir de las 21:30 horas.