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Los abusos durante el G-20 salpican otra vez a Scotland Yard

Un vídeo muestra cómo un agente golpea al fallecido durante las protestas

| LONDRES Actualizado: Guardar
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La difusión de imágenes que muestran cómo el hombre fallecido durante las protestas convocadas en la víspera de la cumbre del G-20 cayó al suelo tras ser empujado por un agente plantea nuevos interrogantes, tanto acerca de la actuación policial como del proceso de investigación y las primeras informaciones oficiales que se ofrecieron sobre el caso.

De hecho, ayer se ordenó una segunda autopsia independiente -la primera, que dictaminó que la causa de la muerte fue un paro cardíaco, fue realizada por un patólogo del Ministerio del Interior- y asimismo que una investigación criminal sea conducida en su totalidad por la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC, en inglés) y no por la Policía de la City, bajo la supervisión de la IPCC, tal y como se había previsto en un principio.

El jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Paul Stephenson, dijo que el vídeo, grabado por un ciudadano neoyorquino que se encontraba en viaje de negocios y obtenido por el periódico 'The Guardian', «levanta preocupaciones obvias», mientras que, por su parte, la ministra del Interior, Jacqui Smith, apremió a la IPCC a que haga su labor «tan rápido como sea posible».

Atrapado por el cerco

El fallecido, Ian Tomlinson, de 47 años, no participaba en las manifestaciones, pero quedó atrapado tras un férreo cordón policial que ha provocado numerosas críticas de numerosas personas que salían de trabajar y que corrieron la misma suerte. En la secuencia de imágenes se aprecia cómo Tomlinson anda con las manos en los bolsillos seguido de un grupo de agentes, dos con perros, que parecen conminarle a que se dé prisa. Uno de ellos, con el rostro protegido por un casco antidisturbios, avanza para, da la impresión, golpearle con una porra en la pierna, y acto seguido lo empuja hacia el suelo con ambas manos, sin que aparentemente haya mediado provocación alguna por parte de Tomlinson.

Ayudado por varias personas, Tomlinson se levantó y, según diversos testimonios, anduvo una cincuentena de metros antes de desplomarse, supuestamente a consecuencia de un ataque al corazón. Allí fue atendido por paramédicos de la Policía, que no consiguieron reanimarle, y su muerte se certificó una vez que fue trasladado a un hospital.

Testigos

En su primer comunicado la noche del pasado día 1, la Policía Metropolitana de Londres afirmó entonces que los manifestantes lanzaron objetos contra los agentes que formaron un círculo protegiendo a los paramédicos que atendían a Tomlinson, pero no mencionaron que éste hubiera tenido contacto alguno con los agentes.

Al día siguiente revelaron la identidad de la víctima y que éste se encontraba de camino a casa tras haber acabado su jornada de trabajo como vendedor de periódicos en las cercanías. El pasado viernes el periódico The Guardian publicó una fotografía de Tomlinson que provocó que varios testigos se dirigieran al rotativo y a la Policía, cuestionando las primeras versiones de los hechos, lo que pone en entredicho de nuevo la reputación de los cuerpos de seguridad, que en su día también facilitaron informaciones incompletas y falsas sobre las circunstancias de la muerte del joven brasileño Jean Charles de Menezes, tiroteado por la Policía tras ser confundido con un terrorista tras los atentado del 7 de julio de 2005 contra el sistema de transporte público de Londres.