Obama prevé días críticos en Irak
El presidente de EE UU viaja por sorpresa al país árabe para negociar el traspaso del poder con sus gobernantes
Actualizado: GuardarDespués de ocho días de gira por cinco países diferentes, después de ocho jornadas en las que la nueva estrategia para Afganistán fue el centro de atención mundial, Barack Obama despegó ayer de Estambul con rumbo a Washington, pero el Air Force One realizó antes una visita sorpresa al vecino Irak. Por primera vez desde que llegara a la Casa Blanca, el presidente estadounidense aterrizó en el aeropuerto internacional de Bagdad para tener una idea de la actual situación de seguridad, agradecer a sus tropas «el extraordinario trabajo» realizado en el país árabe y mostrar a los dirigentes locales que la solución al problema es ahora de «carácter político».
«Aquí sigue habiendo mucho trabajo por hacer», declaró Obama tras su encuentro con el general Ray Odierno y la posterior imposición de diez medallas al valor a otros tantos de sus hombres en la base aérea de Camp Victory, situada en los aledaños del aeropuerto civil. El plan original, según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, era desplazarse inmediatamente en helicóptero a Bagdad para mantener conversaciones con el presidente y el primer ministro iraquíes, Yalal Talabani y Nuri al-Maliki.
El mal tiempo obligó a cambiar los planes. En su lugar, Obama se desplazó por carretera a la base aérea estadounidense Camp Victory, a donde se dirigió también Al-Maliki, mientras Talabani estaba previsto que se comunicara con él por teléfono.
Bagdad ha sufrido esta semana un rebrote en los niveles de violencia y más de cincuenta personas han perdido la vida víctimas de acciones terroristas en las últimas dos jornadas. Pocas horas antes de la visita de Obama, un coche bomba explotó en un barrio chií y acabó con la vida de al menos ocho civiles, por lo que además de las malas condiciones para el vuelo, la seguridad en la capital no era la más adecuada para que Obama se acercara hasta la Zona Verde, según destacaron diferentes medios estadounidenses.
Quedan dieciocho meses
Obama aseguró que los próximos dieciocho meses, hasta que se complete la retirada de la mayor parte de las tropas estadounidenses, pueden ser decisivos. «Hemos logrado progresos políticos significativos» en Irak, donde ha dispuesto el fin de las operaciones de combate y la salida de la mayoría de los actuales 144.000 soldados allí desplegados para agosto del año próximo.
«Puede ser un período crítico... es momento de transferir la responsabilidad a los iraquíes. Deben responsabilizarse de la seguridad de su país». A su juicio, con la celebración de las elecciones en Irak el próximo diciembre «muchas de las cuestiones pendientes pueden empezar a resolverse». Obama también aludió a Afganistán, la otra guerra pendiente de EE UU y para donde ha desplegado una nueva estrategia: «Evidentemente, hemos pasado mucho tiempo intentando pensarlo para que salga lo mejor posible», explicó.
¿Por qué no viajó entonces el presidente a Kabul en lugar de Bagdad? «Por la proximidad de Irak a Turquía y por la necesidad de tratar con las autoridades iraquíes sobre soluciones políticas para lograr progresos en el país», fueron los argumentos esgrimidos por su portavoz, Robert Gibbs.
Esas «soluciones políticas» dependen de las próximas elecciones generales de diciembre, una cita fundamental para el futuro de un país que seis años después de la caída de Sadam Hussein sigue sin lograr un acuerdo sobre el modelo de estado. La división sectaria -entre suníes y chiíes- y étnica -entre árabes y kurdos- plantea serios problemas para la cita con las urnas.