Moldavia acusa a Rumanía de estar detrás de los disturbios violentos de ayer
El Gobierno moldavo expulsa al embajador y al ministro consejero de la Embajada rumana
MOSCÚ/BUCAREST Actualizado: GuardarEl presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, ha acusado a Rumanía de estar detrás de los violentos disturbios registrados la víspera en Chisinau, en los que centenares de personas resultaron heridas y quedaron dañados los principales edificios públicos de esa antigua república soviética. "En todos los procesos que han ocurrido aquí está involucrada Rumanía. La paciencia también tiene sus límites. Conocemos a los protagonistas de estos hechos, parte de ellos ha huido", ha manifestado el jefe del Estado y líder del Partido de los Comunistas de Moldavia.
En una reunión con representantes de la sociedad civil celebrada en la Casa del Gobierno, Voronin ha anunciado una serie de medidas para poner coto a la "influencia de Rumanía" en el país. "Hemos tomado la decisión de introducir un régimen de visados con Rumanía. Además, el embajador de Rumanía en Moldavia ha sido declarado persona non grata", ha dicho el jefe del Estado.
De momento no se sabe cuándo el jefe de la misión diplomática rumana en Moldavia, Filip Teodorescu, deberá abandonar el país, pero Voronin ha indicado que ya ha llamado a consultas a Chisinau a su embajadora en Bucarest, Lidia Gucu.
La respuesta de Rumanía no se ha hecho esperar. "Esta acusación es una provocación. No es aceptable que el poder comunista en Chisinau traslade la responsabilidad de los asuntos internos de la República Moldava a Rumanía", ha señalado el Ministerio de Exteriores rumano en un comunicado.
Contrarios a los resultados electorales
Muchos de los manifestantes que tomaron ayer el centro de la capital moldava portaban banderas rumanas y coreaban eslóganes en favor de la unificación de Moldavia con Rumanía. 'Somos rumanos', 'Antes muertos que comunistas', eran las principales consignas de los manifestantes, muy jóvenes en su mayoría, que la víspera tomaron por asalto la Presidencia y el Parlamento de Moldavia .
Las protestas en la capital moldava comenzaron el lunes pasado tras el anuncio de los resultados de las elecciones parlamentarias del día anterior, según los cuales el gobernante Partido de los Comunistas de Moldavia obtuvo el 50% de los votos. Esos resultados, que han sido confirmados hoy por la Comisión Electoral central del país, gracias al sistema de reparto proporcional de escaños, dan a los comunistas una amplia mayoría en la Cámara, que es, según la Constitución moldava, la que elige al jefe del Estado, al presidente. Los partidos de la oposición denunciaron fraude y llamaron a sus partidarios a manifestarse en las calles de la capital, pero tras los disturbios de ayer declararon que no tienen ninguna relación con los desórdenes, que calificaron de espontáneos.
El presidente moldavo ha asegurado que "las fuerzas del orden detuvieron a 118 organizadores de los desórdenes en Chisinau" y ha añadido que "los inspiradores más ricos de estos acontecimientos ya se marcharon del país". Asimismo, ha advertido de que las fuerzas del orden actuarán contra los manifestantes si se repiten desórdenes como los que tuvieron lugar ayer.
Moldavia, que tiene 4,1 millones de habitantes, mientras otros 600.000 se ganan la vida en otros países, formó parte de Rumanía hasta 1940, fue ocupada por la URSS en la II Guerra Mundial y recuperó la independencia tras la caída del imperio comunista en 1991. El caos económico y la extrema pobreza - Moldavia es considerada por el Banco Mundial el Estado más pobre de Europa-, hicieron que los moldavos votaran en 2001 a los comunistas, que retornaron así al poder con la promesa de conducir al país a la Unión Europea.