Adebayor y Gonzalo Rodríguez se disputan un balón. / XXX
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El Villarreal da alas al Arsenal en su propio campo

El 'submarino amarillo' desaprovechó la ventaja en el marcador tras el gol de Senna y se complica el pase a semifinales

| VILLARREAL Actualizado: Guardar
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El Villarreal tendrá que doctorarse en Europa en el Emirates Stadium después del empate cosechado en su feudo ante el Arsenal.

El Madrigal mantiene la vitola de plaza inconquistable en Champions, algo que los londinenses ya conocían por la experiencia de hace tres años. Sin embargo, el equipo de La Plana no supo administrar su ventaja en el marcador y en el segundo tiempo dilapidó el buen trabajo de los primeros 45 minutos ante un Arsenal que decepcionó, pero que supo reaccionar de la mano de Cesc y Nasri. Los ingleses afrontan el partido de vuelta con la ventaja que da un gol en campo contario.

El Villarreal saltó al campo con las ideas muy claras: presión y ataque. Además, un zapatazo de Senna desde 30 metros realizado con la maestría de los brasileños -colocado y con rosca- batió a un lesionado Almunia. El guardameta de los gunners sufrió un choque con Rossi en el primer minuto de juego del que no se recuperó. Tuvo que ser sustituido a los 27 minutos por el suplente Fabianski.

Los de Arsene Wenger adelantaron las líneas. Cesc, que jugaba su segundo partido tras casi cuatro meses de baja, cogió el timón del partido y puso criterio y orden entre los suyos.

En la segunda mitad se acentuaron los planteamientos. El Arsenal controló el ritmo del encuentro y la posesión del balón, mientras el submarino amarillo se mantenía agazapado.

Los de Pellegrini se olvidaron de atacar. Cedieron demasiado terreno y dejaron de presionar la salida de balón rival. Cesc era el dueño del encuentro. Uno de sus magníficos pases desde la línea medular fue culminado por una extraordinaria media chilena de Adebayor que sorprendió a Diego López y acabó en las mallas. De manera incomprensible el Villarreal bajó los brazos. Ibagaza desapareció y con él, Rossi y Llorente. El partido era un monólogo del Arsenal. Nasri y Adebayor pudieron marcar el segundo

Pellegrini buscó la experiencia de Pires, la motivación de Matías Fernández y la efectividad de Guille Franco. Sin embargo, tuvo que ser un nuevo zapatazo de Senna, que salió rozando la escuadra derecha, quien levantará al equipo. El 'submarino amarillo' recuperó su estilo de toque pausado y elaborado. Era demasiado tarde.