Solbes, con gesto ausente, durante la sesión de control al Gobierno el pasado 21 de diciembre. / JAIME GARCÍA
ESPAÑA

El PP denuncia que es «la crisis peor gestionada de la historia»

El partido opositor considera «irrelevante» el cambio de personas si no cambia también el jefe del Ejecutivo

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El PP aprovechó el peculiar procedimiento de José Luis Rodríguez Zapatero para introducir cambios en su Gobierno con nuevas críticas y demandó un nuevo estilo de hacer política. Aunque, en realidad, el partido opositor está a punto de lograr lo que quería con la sustitución del vicepresidente Pedro Solbes al frente del equipo económico, no ahorró críticas a la remodelación porque, a su juicio, no es más que un mero cambio de sillas en el Consejo de Ministros.

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó a Rodríguez Zapatero de haber provocado «la crisis peor gestionada de toda la historia», al no haber podido impedir que se filtraran los cambios a los medios de comunicación mientras él se encontraba en Turquía y el mismo día en que mantenía su primer encuentro con un presidente de Estados Unidos.

La diputada popular atribuye a las discrepancias internas del PSOE los incidentes y asegura que el partido ha «contraprogramado a su secretario general». La portavoz opositora culpa a los socialistas de haber facilitado los nombres de los nuevos miembros del gabinete a los medios de comunicación.

Y en relación a Rodríguez Zapatero, lo consideró «incapaz de gestionar cualquier cosa de importancia máxima, mínima o absolutamente relativa».

Desde hace meses, el PP convirtió a Solbes en el objetivo de sus críticas y Rajoy llegó a reclamar un cambio profundo porque «el equipo económico está agotado». El partido opositor dejó de atacar a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a la que llegó a reprobar en el Senado, y apuntó todas sus baterías contra el responsable económico.

Escasa relevancia

Fuentes populares explican que en las negociaciones para la aprobación de los decretos gubernamentales de adquisición de activos a las entidades financieras, el pasado otoño, ya cayeron en la cuenta de la escasa relevancia del vicepresidente económico mientras las decisiones se adoptaban en La Moncloa.

La situación política del titular de Economía se fue deteriorando a medida que aumentaban las cifras del paro y sus propios comentarios incidieron en su declive. El PP sitúa el punto de inflexión de su caída el 24 de febrero, cuando dimitió el titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el vicepresidente dijo sentir envidia del ex ministro. «A partir de ahí, su situación ya era insostenible», explicaron las mismas fuentes opositoras.

En todo caso, Sáenz de Santamaría incidió en la cadena Cope en que las sustituciones de personas resultan irrelevantes si no cambia el presidente y su forma de hacer política. «En todo caso, esta crisis de Gobierno ya es un desastre en sí misma por el hecho de que el presidente tenga que cambiar en menos de un año su ejecutivo porque está quemado» dijo la portavoz parlamentaria «la crisis le supera», añadió.

El PP sostiene que los cambios en el gabinete que se han anunciado no resuelven nada. «El problema -dijo Sáenz de Santamaría- no es la tripulación, no son las extremidades, es la cabeza». En su opinión, el PSOE «no tiene banquillo» y Rodríguez Zapatero carece de proyecto e ideas.

Pero las críticas no sólo procedieron del PP, el líder de CiU, Artur Mas, sostuvo que la remodelación «no huele bien» para Cataluña porque refuerza «la visión centralista» del Gobierno.