Miedo, no; respeto, sí
Actualizado:El próximo fin de semana tenemos partido otra vez en Chapín, y de los buenos. Xerez-Hércules, de lo mejorcito que se puede ver ahora mismo en Segunda. Si Dios quiere y el fútbol es justo, el año que viene se repetirá el mismo partido, pero en Primera. El Deportivo ha recuperado el liderato que nunca debió dejar y los alicantinos le metieron ayer ¡ocho! al Sevilla Atlético por favor, una liga de filiales, ya. Y ocho son las jornadas que lleva el equipo de Juan Carlos Mandiá sin conocer la derrota.
A ver si se rompe la racha el sábado. Esa, y la racha del Xerez sin ganar ante su gente, que tres partidos son demasiados y alimenta un run run demasiado nocivo para la salud de una plantilla que se ha cuidado lo suficiente como para que le respete la alergia primaveral.
Chapín está deseando revivir ese inicio de año en el que fueron cayendo uno tras otro Tenerife, Celta, Alicante y Salamanca; ese brote de ilusión conjunta, esa fe incondicional de que este año sí se cumplirán los deseos de los miles de xerecistas que anhelan ver a su equipo codearse con los más grandes.
Porque ya son demasiados los intentos que terminaron en desolación; porque este grupo tiene calidad y experiencia; y porque debe tener paciencia y suficiencia para culminar con éxito un objetivo en el que pocos a principio de temporada creían para qué engañarnos, pero para cuya causa han ido ganando adeptos con el pasos de los meses. El miedo, los nervios y la desconfianza son tres aspectos que deben borrarse del diccionario de todo xerecista hasta el próximo 21 de junio. Sí, jugamos contra el Hércules, ¿y qué?; sí, Real Sociedad y Zaragoza aprietan de lo lindo, ¿y qué? La igualdad entre los seis o siete primeros es tal que vamos a vivir una mini liga de once partidos en lo que todo puede pasar. Y que nadie se olvide de una cosa: el líder es el Xerez.