CHANO LOBATO CANTAOR

El cantaor que salió de atrás

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«Tan completo como cumplido», según Fernando Quiñones.

Oído al cante de Chano Lobato. Era el título del primer LP que Antonio Murciano le preparó para RCA al que hasta entonces no había sido más que un cantaor «de atrás» y que pronto ocuparía el primer plano. Chano era un artista extraordinario pero se había hecho un hueco en el acompañamiento de bailaores, en las compañías de las grandes figuras, desde Carmen Amaya a Pilar López, Antonio, Matilde Cral o Manuela Vargas, lo que él llamaba ser un «banderillero», aunque muchos afirman que Chano ha sido el mejor de todos los tiempos en el acompañamiento al baile.

Caracolero hasta la médula, era capaz de poner en compás en «hasta la guía telefónica», como le dijeron una vez en Nueva York después de que lo hiciera con la letra de una canción de Paul Anka, el ídolo del momento. Supo también llevar a la primera línea los cantes de Cádiz, arrumbados por supuestos puristas debido a su supuesta superficialidad.

Fernando Quiñones dijo de él en De Cádiz y sus cantes: sus especialidades de rumba y bulería gozan de merecidísimo renombre. Sabe Chano llevar un recio sabor flamenco, compás magistral y jonda vibración emotiva a estos «cantes de atrás». No obstante todo ello, los graves cantes de martinete, seguiriya y malagueña doble le van también como anillo al dedo. Es, pues, un cantaor tan completo como cumplido.

A partir de grabar con Antonio Murciano en 1973, Chano empezó a cosechar éxitos, el concurso de Córdoba, el premio Enrique el Mellizo, Quiñones le lleva a su programa de TVE, Flamenco y va entrando en festivales, le llueven los contratos e inicia una segunda vida artística que le fue deparando toda clase de premiso: el compás del cante, la Medalla de la Junta de Andalucía, el título de Hijo Predilecto de Cádiz.