La rotonda de la discordia

El segundo puente tiene una difícil llegada a la ciudad, por su elevada altura. La alcaldesa decidió esta semana dar la voz de alarma por la solución propuesta por Fomento, dada la falta de respuesta a sus peticiones de reunión para aclarar el tema y ante el temor de verse ante una política de hechos consumados. Afirma Teófila Martínez que en una cuestión tan crucial se tiene que oír la voz de la ciudad, como se ha oído la de Navantia, y de otros afectados por el trazado del segundo puente. Nadie puede discutir el argumento. No estamos ante una disputa más o menos anecdótica por un nombre que resulte del gusto de unos o de otros, por un logotipo regular de afortunado, por si alguien impulsa y otro construye. Se trata de una obra mastodóntica, que condicionará la vida diaria de los vecinos y de todos los gaditanos. Debe haber soluciones mejores que un muro de tres metros en la rotonda. Búsquense de mutuo acuerdo, sin jugarretas, en buena ley. No es tanto pedir.