La crisis que no cesa
Actualizado: GuardarLa crisis que no cesa. Sí, ése parece el mejor titular de la situación que atravesamos y que decían que a mediados de 2009 empezaba a remitir, pero que finalmente será nuestra compañera de viaje mucho más tiempo. Estos días, tanto el Banco de España como otros organismos financieros nos han sacudido el optimismo de un plumazo advirtiendo al Gobierno de Zapatero-y a todos los que estábamos a la espera de alguna buena noticia- que la situación es más grave de lo que se pensaba, que la recesión durará al menos hasta final de 2010 y que para entonces el número de parados en España superará los 4,5 millones. No sé a ustedes, pero a mí ayer se me cortó hasta el aliento ante estas afirmaciones.
Tengo demasiados familiares y amigos en paro a los que cada mes que acumulan en el desempleo les abre una nueva herida en la confianza y en la esperanza. Muchos de ellos son periodistas, y mientras hacen un curso tras otro ya se han cansado de mandar currículos, de hacer valer su experiencia, de llamar a las puertas de las empresas, ésas en las que mientras a ellos les sonríen y les prometen aquello tan manido de «ya te llamaremos» están abriendo la puerta para que salgan sus propios trabajadores.
No se vayan muy lejos, en Jerez tenemos ejemplos para todos los gustos. Y los que todavía están por venir. Y es que a la precariedad del sector de los medios, a las jornadas maratonianas e interminables, a la mala remuneración, a las presiones que coartan el libre ejercicio de nuestra labor se le une ahora la bestia negra de la crisis que unas veces es tangible, pero otras sólo una mera excusa para aligerar esos gastos de personal que a las directivas les resultan sobrecargados, sin entender que ésa es la única manera posible de hacer un producto de calidad.