Un paraíso para las aves

Los Toruños es frecuentado también por los amantes de la ornitología, ya que en él habitan más de 90 especies de aves diferentes en función de la época del año.

En el entorno de las marismas es frecuente ver chorlitejos, archibebes y otras aves limícolas que se alimentan en esta zona. Mientras que en las playas naturales de Levante son habituales los charrancitos y el patinegro. La cigüeña negra también cría en estas marismas salineras, junto a otro tipo de aves acuáticas, como los patos reales, a los que en esta época ya se les puede observar con sus polluelos.

En los cercanos pinares se refugian multitud de pequeños pájaros como los zarceros, currucas, carboneros y petirrojos. Y donde el pinar es más denso, se pueden ver lechuzas o «búhos chicos», además de garcillas bueyeras y garcetas.

Cuando la masa forestal se va aclarando, quizá nos topemos con aves rapaces como el aguilucho lagunero, cernícalos vulgares y primillas, o el águila pescadora. Esta proliferación de aves se debe, en parte, a que el parque se encuentra dentro de la ruta de migración del Atlántico Este y cuantos pájaros pasan por él, suelen alimentarse en las marismas y, algunos, incluso crían en Los Toruños.

Desde la dirección de este espacio medioambiental son conscientes de la importancia que el cuidado de la fauna avícola tiene para la conservación del parque, por ello ponen en marcha campañas de concienciación para que los usuarios respeten la fauna. Por ejemplo, el próximo mes de mayo, un grupo de voluntarios instalarán -con la participación de la Universidad de Cádiz, entre otras entidades- telescopios en la playa de Levante para que los usuarios puedan observar los charrancitos y los chorlitejos; y así tomen conciencia de que tienen que respetar la nidificación de estas especies.

Los Toruños tiene además un convenio de investigación con la UCA que permitirá realizar un exhaustivo inventario de la avifauna de todo el parque. Los resultados se presentarán en unos meses y la dirección del parque espera que «este estudio arroje luz sobre qué zonas deberían preservarse más para las aves, para no ser molestadas por los usuarios del parque».