LA HOJA ROJA

Que nada te turbe

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Con los versos «Nada te turbe, nada te espante» resumía Santa Teresa la eficacia de la paciencia. Pero no es precisamente una de las virtudes cardinales de las que andamos más sobrados -tampoco de justicia, ni de templanza, ni de fortaleza, para qué vamos a engañarnos- y cuando el vaso de la paciencia está a punto de colmarse, cuando pensamos que ya estamos curados de espanto, cuando la realidad es fuego y el deseo estopa, viene el diablo y sopla. Y no piensen que esto de Santa Teresa, de las virtudes y del demonio tiene que ver con la Semana Santa. Nada más lejos de mi intención, que a pocas horas de que los chicos del Despojado den por inaugurados los desfiles procesionales, sin que haya ningún tipo de petición de venia ni nada parecido, parece que no están los hornos para bollos.

La imagen de la semana que termina, ya lo saben, ha sido la de las interminables colas para recoger los capirotes de penitente. Cundió la campaña «cofrade, viste la túnica» y parece que este año todas las cofradías han incrementado el número de hermanos que desfilan. Alguien lo relaciona con la crisis, con el paro, con la desesperación, con la fe y con las promesas.

Más bien tiene que ver con lo frikis que somos en esta ciudad donde nos da lo mismo -me niego a repetir más lo del conformismo- ocho que ochenta.

Maridaje perfecto

Miren, si no, el incalificable escaparate de un almacén de la calle Sacramento que en un alarde de merchadaising ha lanzado una campaña publicitaria inaudita. «Lote de arroz con leche» rotula el almacenero un ofertón sin precedentes: un litro de leche, un kilo de arroz y canela por 4,20 euros.

Los productos son anunciados por el maridaje perfecto, el Cádiz CF y la Semana Santa. Un niño Jesús vestido del Cádiz -no dejen de verlo- nos llama desde el escaparate y nos invita a seguir las tradiciones más tradicionales de nuestra ciudad. Sin comentarios.

Cualquier cosa es tradición. Tengo delante el programa de la Semana Santa gaditana de 1906 -sí, yo también soy bastante friki- con el orden de los desfiles procesionales y sus itinerarios y cualquier parecido con la actualidad es pura coincidencia.

Mantillas locales

Lo de las tradiciones debe ser posterior, o eso parece. Porque aquí, está demostrado que la mujer del César se conforma con parecerlo. Que nada te turbe, que nada te espante. Tampoco lo del Grupo Gaditano de la Mujer de Mantilla que este Jueves Santo promete hacer las delicias de cuantos se acerquen a visitar los sagrarios. San Lorenzo, Santa Cruz, almuerzo, visita a los monumentos y participación en los oficios religiosos.

Así es el programa de actos de esta asociación que pretende reunir a todas aquellas gaditanas que quieran vestir la mantilla sin vergüenza y sin irse a Sevilla «a vestirse allí de mantillas en lugar de hacerlo aquí, lo que es todavía más grave» comenta María Angeles Zaragoza, convertida en representante de este grupo que proyecta también realizar diferentes viajes, excursiones o convivencias para ir creando nexos de unión e ir creciendo en número de asociadas. Pues me parece muy bien, a ver si son capaces de eliminar otra tradición: la de la mantilla puretona que tan bien retrataba José Berasaluce en su radiofónica crónica semanal.

Y hay cosas que se hacen tradicionales a la fuerza. Como la bandera de la plaza de Sevilla, que volvió a colocarse después de la enésima rotura y ahí estará hasta que vuelva a saltar el levante. Qué le vamos a hacer. Que nada te turbe, que nada te espante.

Clientes y estafadores

Porque la necesidad agudiza la picaresca y el ingenio. Sin ir más lejos, esta semana el supermercado más caro de la ciudad -recuerden, aquel que se nos vendió como indispensable para elevar el nivel socioeconómico de los gaditanos y ha acabado fiando a medio Cádiz- establecía entre sus medidas de choque contra la crisis una «tarifa plana» en la carne y el pescado. Lo nunca visto.

Y a pesar de esto, nunca ha habido menos gente a primeros de mes en el Hipercor que el pasado miércoles.

«Es muy caro para Cádiz» decía en una cafetería la otra mañana un grupo de amas de casa, las mismas que hace unos años tenían en la tarjeta verde y blanca un arma letal. Pero así son las cosas.

A otros les da por estafar. Porque hasta en eso estamos batiendo récords, el de la inmobiliaria, la presunta dentista, el hacker venido a menos y ahora, los dos funcionarios de La Isla de León que han sido detenidos por su supuesta implicación en la desaparición de 480.000 euros -que, por si no se acuerdan, son 80 millones de las antiguas pesetas- de la caja municipal.

De libros y coplas

«Todo se pasa» decía la Santa de Ávila. Y va a ser verdad. Porque hasta se nos pasó que el pasado jueves se celebraba el Día Internacional del Libro Infantil, con tanto como hablamos de la necesidad de unos planes educativos que fomenten la lectura como guía y salvación de las cándidas almas estudiantiles. Este año, con el lema I am the world se pretendía fomentar el amor por los libros y la lectura en los niños abriéndole la mirada hacia afuera «Yo soy el mundo, y el mundo soy yo,porque por medio de mis libros puedo ser lo que quiera» decía el manifiesto elegido por Egipto, país organizador.

Claro que es más divertido mandar cientos de SMS para que la copla se siga llamando por su nombre y para que ni el esfuerzo, ni el tesón, ni los méritos sean el rasero con el que se mida el éxito. Esta noche, por si no lo saben, es la final de Se llama copla, el programa de la temporada, el espejo de la madrastra, el examen de prodigios e ingenios de la corte, el opio del pueblo, el hijo más pródigo de la Logse.

Y como no andamos sobrados de paciencia, no tendré más remedio que echar mano de Santa Teresa si como sospecho -y sospecha el 75%de la audiencia- gana Miguel Ángel Palma. Que nada te turbe, que nada te espante.