MUNDO

Obama autoriza el rearme de la UE

Sarkozy logra que EE UU dé el visto bueno al plan francés para erigir una defensa europea sólida

| ENVIADO ESPECIAL. ESTRASBURGO Actualizado: Guardar
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La OTAN inició ayer, pasada la media tarde, la cumbre conmemorativa de su sesenta aniversario. Pero desde la mañana, cuando Barack Obama y Nicolas Sarkozy comparecieron juntos tras una reunión bilateral, las ideas estaban claras: la guerra en Afganistán la harán los norteamericanos, los europeos cooperarán en la nueva estrategia de la Casa Blanca para el país centroasiático con más dinero y personal para la formación de policías y militares. La OTAN tendrá que hablar más con Rusia, que está en condiciones de desactivar el poder atómico militar iraní -en curso de construcción-, y europeos y estadounidenses deberán de ponerse de acuerdo sobre una profunda revisión de las estructuras aliadas.

Las últimas elecciones norteamericanas han creado un líder mundial. Obama se pasea auroleado de un fulgor celeste estos días por Europa, pero ayer parecía que la OTAN y la UE fueran el predio de Nicolas Sarkozy. Las afirmaciones vertidas por el presidente francés en la conferencia de prensa conjunta con su homólogo estadounidense, los tributos mutuos al liderazgo de ambos y los compromisos asumidos en nombre ajeno -la UE y la OTAN son organismos internacionales cuyos miembros tienen algo que decir en las materias sometidas a discusión-, constituyeron uno de esos 'derrapajes controlados' que tanto gustan a Sarkozy. Porque el líder galo habló en nombre de los miembros comunitarios sin ser presidente del Consejo, y en el de la OTAN, siendo, como es, un socio más de una organización en la que las decisiones se toman por consenso.

No se quedó corto Sarkozy en la presentación de su encuentro bilateral con Obama. Afirmó que «existe una identidad de visiones» entre el presidente norteamericano y él sobre los problemas mundiales y la manera de afrontarlos. Dijo «apreciar la apertura de espíritu» del nuevo presidente estadounidense «para construir un nuevo mundo» y prometió «muchas iniciativas para afrontar un buen paquete de retos los próximos años».

La contrapartida

El inquilino de la Casa Blanca confirmó que apoya una política europea de defensa, la contrapartida antepuesta por Sarkozy para el retorno de Francia a la estructura de mando integrado de la OTAN. El presidente francés dijo confiar «en la palabra y la inteligencia» de Obama, del que dijo que comprende que una defensa europea sólida es bueno para EE UU. El norteamericano le tomó la palabra por el lado que mejor le conviene, encareciendo a los europeos un refuerzo del gasto en defensa. «Queremos, dijo, que Europa se dote de medios de defensa mucho más robustos. Cuanto más fuertes sean los europeos, más posibilidades tendremos de actuar juntos, eficaz y coordinadamente». Es decir, para Washington, la defensa europea debe significar que Europa es capaz de defenderse por sí misma, lo que representa un salto cualitativo en el razonamiento sobre la cuestión, ya que hasta ahora, la política continental de seguridad y defensa (PESD) está concebida a partir de recursos de la OTAN financiados por EE UU.

En lo que a Afganistán concierne, Sarkozy dijo «apoyar plenamente» la nueva estrategia estadounidense. «No se trata de aportar nuevas tropas; la decisión ya la tomamos el año pasado -cuando Francia decidió enviar un millar de soldados más-. No hacemos la guerra contra los afganos; les ayudamos a reconstruir su país».

Obama abundó en las ideas previamente expresadas por su secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre Rusia. Dijo que la Alianza «debe asumir que tiene intereses comunes y diferencias con Moscú». El presidente norteamericano destacó el papel que Rusia puede desempeñar en impedir que Irán se dote del arma nuclear. «Todos estamos en contra de ello; no podemos permitir una carrera armamentística nuclear en Oriente Próximo», señaló. Sarkozy dijo estar de acuerdo, pero fue más lejos: desea «un espacio económico común Rusia-Europa», un objetivo problemático que tendría que articular la UE.

Merkel mantuvo también un encuentro bilateral con Obama. A su término, pronunció unas palabras de bienvenida al visitante quien, dijo que «si la Alianza se convierte en todo, entonces no será nada. He venido aquí a escuchar y a intercambiar ideas, porque estoy convencido de que la OTAN tiene que modificar unas estructuras que proceden de la Guerra Fría».