El despliegue policial blinda la cumbre contra más de 40.000 manifestantes
La Policía detiene a 300 personas en las marchas de protesta en Alemania y Francia
| PARÍS Actualizado: GuardarLas cumbres internacionales recorren estos días Europa y con ellas los despliegues de seguridad. Tras la reunión del G-20 en Londres, la atención se centra desde ayer en la ciudad francesa de Estrasburgo y la alemana de Baden-Baden, donde se celebra la cumbre de la OTAN. Más de 10.000 policías fueron desplegados en la localidad del noreste de Francia para velar por la seguridad de los 2.000 participantes considerados 'sensibles', entre los que se encuentran 900 norteamericanos, y controlar a los 40.000 manifestantes anti-Alianza que se espera participen en las diversas movilizaciones programadas.
Las fuerzas del orden temen acciones violentas de grupúsculos llegados de Francia, Alemania, Italia, España y Grecia. Esos temores empezaron a materializarse la vispera del inicio de la reunión de los 28 jefes de Estado y Gobierno. La Policía detuvo el jueves en Estrasburgo a trescientas personas tras una concentración de protesta, que reunió a unas 2.000 personas y que acabó con un enfrentamiento con las fuerzas del orden. Los manifestantes causaron daños en el mobiliario urbano y la Policía empleó gases lacrimógenos.
Bloqueo policial
Los protagonistas de las protestas iban vestidos de negro y con pasamontañas, y algunos de ellos llevaban piedras o palos. A la altura del estadio de fútbol de Meinau las fuerzas del orden bloquearon el paso de los manifestantes, que incendiaron una papelera, rompieron los cristales de una parada de autobús y de un cartel publicitario y montaron una barricada.
El despligue preventivo convirtió al otro centro de reunión de la cumbre, la pequeña localidad balneario de Baden-Baden, en una ciudad cerrrada, por lo que tan sólo unos doscientos manifestantes se congregaron de forma pacífica en la mañana de ayer.
El Gobierno francés ha preparado un colosal dispositivo de seguridad que tiene la misión de realizar un control sistemático de las entradas al centro de Estrasburgo, donde solo podrán acceder los residentes a los que se han distribuido carnets específicos.
Para evitar atentados, no se permite la circulación de vehículos, se han cerrado las escuelas y no se distribuyen paquetes por el servicio de correos. El tráfico comercial por el Rin -que sirve de frontera entre Francia y Alemania- se ha suspendido, el aeropuerto se ha cerrado al uso civil y seis aviones Tucano vigilarán el espacio aéreo.
La manifestación oficial está convocada para hoy y se ha dado autorización para que se desarrolle en las afueras de Estrasburgo. La ministra francesa del Interior, Michèle Alliot-Marie, avanzó ayer una cifra unas 40.000 personas en esa marcha, de los cuales «2.000 representan un peligro». Los organizadores elevan la cifra a unos 70.000.