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Instantánea de la manifestación contra la política de Berlusconi para afrontar la crisis en Italia./ Ap
manifestación

Miles de italianos toman las calles por la crisis

La policía cifra en 200.000 los asistentes mientras los convocantes dicen que eran 2.700.000 las personas que llenaron el circo máximo

AGENCIAS |
ROMAActualizado:

Centenares de miles de trabajadores se han manifesatdo en Roma, convocados por el mayor sindicato italiano, el CGIL, en contra de las medidas anticrisis del Gobierno del primer ministro, Silvio Berlusconi. La masiva protesta, que convocaba a los manifestantes con el lema "Futuro sí, hacia atrás no", es la expresión de la preocupación de los trabajadores italianos por las consecuencias de la crisis económica.

Fuentes de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) hablan de 2.700.000 personas en el circo máximo, una plaza del centro de la ciudad, pero la policía cifró la asistencia en 200.000. Según un portavoz policial romano, la asistencia se mide "con el mismo método que se emplea siempre", en el que se contabilizan 4 personas por metro cuadrado. A primera hora de la mañana eran ya 200.000 manifestantes, según fuentes sindicales, en una manifestación que partió simultáneamente de cinco puntos diferentes de la ciudad y terminó en el circo máximo, una pista de carreras de la Roma antigua que hoy en día se mantiene como una gran plaza.

La manifestación, en la que abundaron banderas rojas y actuaciones musicales, contó con la participación de varios líderes de la izquierda, como el secretario general del Partido Democrático (PD), Dario Franceschini, o su predecesor en el cargo, Walter Veltroni. Sólo se dirigieron al público desde un gran escenario representantes sindicales y de colectivos golpeados por la crisis: un inmigrante, un trabajador de una planta de Fiat, un médico, una estudiante, una profesora y una pensionista.

"Un problema de todos"

El secretario general del CGIL, Guglielmo Epifani, ha atacado durante su discurso las políticas económicas de Berlusconi, pidió que no se recorte el presupuesto de educación y exigió mejores políticas de inmigración. Epifani también pidió a Berlusconi que abra una mesa de diálogo con el CGIL en la que participen los otros sindicatos y la patronal para tomar medidas contra la crisis económica. A su juicio, "a una crisis excepcional se responde con una política excepcional". Ha hecho referencia asimismo a la falta de unidad entre sindicatos, y ha señalado que "la división que ha habido hasta hoy entre el CIGL y el UIL (Unión Italiana del Trabajo)" no puede continuar, "porque la crisis es un problema de todos".

El ministro de Economía, Giulio Tremonti, que se encontraba en una reunión del Ecofin en Praga, ha pedido al sindicato que se deje de protestas y haga más propuestas, en declaraciones a los medios italianos. El sindicato reivindica con la manifestación mejores salarios para los trabajadores, mayor cobertura social para los ancianos, más estabilidad para los empleos precarios y una "política de verdad contra la crisis".

Epifane también se refirió a la cumbre del G-20 del jueves en Londres al pedir que se tomen medidas contra los paraísos fiscales, como así se ha decidido, y criticó los altos salarios de los ejecutivos de las grandes compañías. El líder del opositor PD, Dario Franceschini, ha explicado que su deber es "estar al lado de los trabajadores", que piden respeto para sus derechos y que tienen "miedo de perder su puesto de trabajo". "Donde hay un trabajador, un pobre o un desempleado, ahí debe haber un progresista: y por lo tanto mañana (por hoy) me manifestaré".

Representantes del partido de Berlusconi, Forza Italia, han criticado la participación del líder opositor en la manifestación al señalar que Franceschini se ha convertido en un subordinado de Epifani y que el CGIL es quien dirige la oposición de izquierda. A la protesta se han unido otros grandes nombres del centro izquierda italiano, como el del ex primer ministro Massimo D'Alema o el ex ministro Pier Luigi Bersani.