Helicópteros parte del dispositivo de seguridad de la cumbre de Alemania. / EFE
MUNDO

La OTAN redefine su misión afgana

La cumbre de la Alianza busca apoyo logístico europeo ante la evidencia de que sólo EE UU enviará soldados

| ENVIADO ESPECIAL. ESTRABURGO Actualizado: Guardar
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En el gran tablero de las relaciones internacionales que se ha desplegado con la visita de Obama a Europa le toca el turno hoy a la OTAN. La organización celebra el sesenta aniversario de su fundación, pero la cita tiene más contenidos que referencias estrictamente conmemorativas.

La Alianza Atlántica pasará revista, hoy y mañana en Estrasburgo, a su razón de ser: a las causas de su existencia, a la consecución de los objetivos propuestos y a la necesaria adaptación de sus recursos a los tiempos que corren. Está previsto el lanzamiento de un debate sobre el desarrollo de un nuevo concepto estratégico que sustituya al actual, en vigor desde 1999, pero también la reafirmación del principio de la organización como instrumento para la defensa del continente, por encima de las actividades típicamente expedicionarias (Afganistán o Irak) puestas en marcha con la adopción del principio de operaciones fuera de área asumido tras los atentados terroristas del 11-S.

Afganistán es, con todo, la patata caliente de la reunión. La Administración estadounidense ha asumido ya, según coinciden en apreciar diversas fuentes diplomáticas, que los aliados europeos no harán la guerra; si acaso, defenderse en un escenario explosivo. El envío de 21.000 soldados norteamericanos más -con una eventual ampliación, antes de que concluya el ejercicio, de otros 10.000- evidencia la disposición de la Administración Obama a realizar un esfuerzo importante para cercenar de raíz los crecientes potenciales desestabilizadores de la insurgencia talibán y pacificar el país. La guerra la hará Estados Unidos y, si acaso, su aliado más próximo, Reino Unido.

Lo que los norteamericanos quieren de los europeos es más refuerzos para los aspectos civiles de su nueva estrategia en Afganistán, económicos y humanos. La Casa Blanca, que enviará a millares de técnicos de grado medio y alto al país centroasiático para ayudar a poner en marcha una administración que responda a las necesidades de la población, quiere policías que protejan las calles y pongan orden en el caos y ayuda para acelerar un proceso a cuyo término, no sabe aún cuándo, serán los propios afganos quienes se responsabilizarán de regir su propio territorio.

En este escenario es donde cobra relevancia una iniciativa francesa, tendente a desplegar sobre el terreno 300 agentes de policía, de los que 150 serían gendarmes galos y algo menos de 50 guardias civiles españoles. El resto se nutriría de efectivos que aportarían Italia, Portugal y Holanda, los países que, en conjunto, participan en la fuerza de gendarmería europea.

La iniciativa no está consolidada, entre otras razones porque es difícil encajar un cuerpo de estas características en la estructura de mando desplegada en Afganistán, que es compleja y que opera en un entorno extremadamente hostil, donde las precauciones de toda índole se imponen.

Presidenciales, en agosto

El portavoz aliado, James Appathurai, reconocía en una reunión preparatoria de la cumbre que el secretario general, Jaap de Hoop Scheffer, espera cerrar en esta cumbre el dispositivo de apoyo a las elecciones presidenciales de agosto y que considera imprescindible un compromiso amplio para la formación del Ejército y la Policía afganos. También confía en compromisos para la financiación de esas operaciones de formación, cuyo presupuesto cifra en aproximadamente 2.000 millones de dólares -1.509 millones de euros- al año. «Una cantidad menor si se compara con las decenas de miles de millones que gastamos en operaciones militares en Afganistán», añadió. La cumbre será presentada como muestra del poderío y la cohesión interna de la organización. Sarkozy, formalizará el retorno de Francia a la Estructura Militar Integrada.