El inminente lanzamiento de un cohete norcoreano alarma a Asia
Corea del Sur y Japón creen que la puesta en órbita de un satélite oculta un ensayo balístico
| PEKÍN Actualizado: GuardarAumenta la tensión en Asia a medida que se va llenando el depósito del cohete que, según los servicios de Inteligencia estadounidenses, está ya instalado en la rampa de lanzamiento de Musudan-ri, en Corea del Norte. En vísperas de la cumbre de la OTAN, el régimen estalinista dirigido por Kim Jong-il anunció que, entre mañana y el próximo miércoles, pondrá en órbita un satélite espacial de comunicaciones. Sin embargo, EE UU, Corea del Sur y Japón sospechan que en realidad disparará un misil balístico de largo alcance que podría golpear las costas de Hawai o Alaska. Para terminar de enredar el asunto, unas recientes fotografías parecen confirmar que se ha instalado un satélite en el cohete, ya que su tecnología es muy similar a la que usan los misiles.Sea lo que sea, el presidente norteamericano, Barack Obama, aseguró ayer que «cualquier lanzamiento será considerado una provocación». Durante la cumbre del G-20 en Londres, el inquilino de la Casa Blanca se reunió con el presidente de Corea del Sur, el conservador Lee Myung-bak, para expresarle su apoyo. Dentro del endurecimiento de la política que éste ha aplicado desde que subió al poder a principios del año pasado, ambos reclamaron una «acción severa y unida» de la comunidad internacional si Pyongyang dispara finalmente el cohete. Además, supondría una violación de la prohibición de la ONU que pesa sobre Corea del Norte desde que, en julio de 2006, lanzó otros misiles. Entre ellos estaba el mismo que ahora amenaza al noreste asiático, un Taepodong-2 con capacidad para llegar hasta las costas norteamericanas pero que se estrelló al poco de despegar.
Destructores especiales
Con el propósito de vigilar este nuevo lanzamiento, EE UU y Japón han desplegado en el mar varios destructores con tecnología Aegis, un sistema de radar especialmente diseñado para interceptar misiles. Aunque el secretario de Defensa estadounidense se ha mostrado reacio a derribar el cohete.