La selección pretende igualar un registro histórico en el infierno turco«No hay problemas con Luis»
Del Bosque quita hierro a la presión que soportará el equipo, cuyo reto es llegar a los 31 partidos seguidos invicto con Clemente El técnico dará tregua a Villa y reforzará la medular con Silva
| ENVIADO ESPECIAL. ESTAMBUL (TURQUÍA) ESTAMBULActualizado:Hace 36 años que la selección española no pisa la mítica Estambul para disputar un encuentro de fútbol. Varias generaciones de futbolistas han eludido el infierno turco del Ali Sami Yen y la flema de una afición excesivamente caldeada con los colores de la media luna. Sólo algunos internacionales con sus clubes y Vicente del Bosque, con el Madrid y con el Besiktas, saben cómo se las gasta esta grada tan explosiva.
Los dirigentes turcos decidieron cambiar el flamante estadio del Ataturk con su pista de atletismo por la caja de cerillas del Sami Yen. Buscan calor, presión, empuje, color... Crear un escenario complejo para recibir a la actual campeona de Europa. En las televisiones y en la prensa escrita se encargaron de dibujar a la selección española como una especie de demonio, un envite que no encontró respuesta en el equipo visitante. Del Bosque quitó hierro al tema con una declaración liviana para quitar trascendencia a los que ponían especial énfasis en tirar de la lengua al técnico salmantino: «Hay por ahí circulando una leyenda que no es tal. El comportamiento de Turquía fue excepcional en el Santiago Bernabéu y aquí debe ser igual. La verdad es que, pese a la diferencia de puntos que tenemos y aunque sólo sea el primer partido de la segunda vuelta, este lo afrontamos como una final».
Empates y una derrota
La realidad dice que la afición local pone muchas dosis de pasión y un par de granos de extrañas artimañas. Eso será en la grada. La verdad estará en el campo. Y la hemeroteca no desprende buenas noticias. España ha jugado en cuatro ocasiones frente a Turquía, todas en Estambul -entre las décadas de los 50 y 70- y nunca ha ganado (tres empates y una derrota). El peor de todos los datos es que no ha sido capaz de marcar un gol en los desplazamientos. Además, es uno de los pocos países en los que España no ha estrenado el casillero de goles a favor. Sólo Croacia, Corea del Sur y Uruguay pueden decir lo mismo.
El escenario será el mismo, pero el equipo es distinto. La actual España es ahora de las selecciones más fiables. Lleva 30 partidos sin perder de manera consecutiva y podría igualar hoy la marca establecida bajo la dirección de Javier Clemente. Para ello, Del Bosque tiene previsto hacer un par de retoques. El rendimiento de Villa, que acaba de salir de una lesión, podría llevarlo al banquillo. Si es así, el centro del campo sería reforzado con Silva. Otro de los cambios apunta a la salida de Santi Cazorla en beneficio de Riera.
'Abrir' el campo
El seleccionador pretende 'abrir' el campo con los dos extremos y que no se repita lo del encuentro de ida, pues España se vio encorsetada y con las líneas excesivamente cercanas. Mantendrá el 'doble pivote' con Senna y Xabi Alonso. Si quiere salir viva de Estambul debe adueñarse del balón y aprovechar los espacios que dejará una Turquía con vocación ofensiva. Los turcos saben que caer ante España complicaría la pelea por los dos primeros puestos del grupo. Fatih Terim, seleccionador otomano, también hará algún pequeño retoque. Duda entre mantener a Nihat en el once titular y cambiar a uno de los centrales por Kas, jugador del Getafe.
España tiene un colchón y sabe que no se puede dormir en los laureles. Los cinco triunfos le permiten algún tropiezo, pero sólo eso, porque un triunfo de Bosnia frente a Bélgica apretaría la zona alta del grupo y los de Del Bosque tienen que rendir visita a bosnios y armenios.
La salida de Luis de la selección dejó un sabor extraño. Sus estridentes últimos días al frente del equipo fueron solapados por el título europeo. En ese tiempo se gestó un problema entre el inquilino del banquillo y su sucesor. No entendió que Vicente del Bosque, con el consentimiento de la Federación, estuviese preparando su desembarco en julio, justo un día después de que él se marchase a Turquía.
Desde entonces, los implicados se encontraron en una ocasión. Fue con motivo de la reunión de entrenadores que organizó la UEFA en Ginebra. La foto fue fría. Ni saludo ni se cruzó con Del Bosque, acompañado por el director deportivo, Fernando Hierro. Nunca hubo reproches mutuos en público. Todo lo contrario. Paños fríos para suavizar una relación extraña.
Del Bosque comentó ayer que si se cruza con él no tendrá ningún inconveniente en saludarlo. «No hay ningún problema entre nosotros. Somos gente del fútbol y nos respetamos. Agradezco sus halagos hacia lo que estamos haciendo con el equipo porque no podía ser de otra manera. No hubo distancia antes y no tiene que existir ahora. Somos amigos y la relación es cordial».