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Impiden a dos locales de Sancti Petri superar los 20 metros cuadrados

Durante años tuvieron una superficie de 150 metros cuadrados en la playa chiclanera En mayo se derribará un local en Chipiona

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Los empresarios de establecimientos de playa llegaron a un acuerdo hace años con la Demarcación de Costas según el cual los chiringuitos no superarían los 150 metros cuadrados y los quioscos los 20. Así se cumple a rajatabla en todo el litoral gaditano. Aunque hay una excepción. Dos locales de Sancti Petri que tradicionalmente han sido chiringuitos sólo obtienen autorización por parte del Ayuntamiento de Chiclana para instalar un quiosco con un máximo de 20 metros cuadrados, explicó el secretario de la Asociación Gaditana de Empresarios de Playa, Antonio Galván.

Carlos Díaz regenta El Bongo desde 1991. Su establecimiento ocupaba una superficie de 150 metros cuadrados hasta el año 2007. Para el siguiente ejercicio, el Ayuntamiento de Chiclana sólo le autorizó 20 metros. La pasada campaña no lo montó. «Con ese espacio no me merece la pena ponerlo a funcionar», explicó el empresario hostelero. Aún no sabe qué hará este verano. Tiene una plantilla de cinco trabajadores que ignoran si recibirán un contrato para la temporada que está a punto de comenzar. El resto de chiringuitos que se encuentran en el término de Chiclana cuentan con 150 metros cuadrados. Lo que más molesta a los empresarios del sector con respecto a esta cuestión es la falta de motivación para esta medida. «No nos dan argumentos, lo que es inadmisible; y son decisiones caprichosas, lo que no vamos a aceptar», sentenció Galván. Díaz se quejó de que los tractores del Ayuntamiento pasan a diario por el lugar que ocupaba su establecimiento.

«Dicen que sólo me dan 20 metros para proteger la vegetación y resulta que las máquinas pasan a diario sobre las plantas que dicen que quieren proteger», aseguró. Este empresario paga 1.300 euros de cánon anual por la instalación del quiosco -en el caso de que finalmente lo haga a pesar de disponer de tan sólo 20 metros-. «No me importaría pagar más por tener más sitio, pero que me dejen trabajar», señaló. En la única campaña que tuvo el quiosco, la de 2007, le expedientaron y le impusieron una sanción de 9.000 euros, según apuntó, por ocupar más sitio con una terraza. En la actualidad está recurrido y pendiente de resolución. El Apretaíto es el otro local que se encuentra en una situación similar a El Bongo. Su propietario rehusó realizar ningún tipo de declaraciones.

Demolición

Mientras se soluciona la situación de estas dos empresas -Ayuntamiento y Costas se culpan mutuamente-, en Chipiona se derribará el Bar Eduardo, que lleva en funcionamiento desde 1967. La demolición tendrá lugar el 12 de mayo. «Cuando lo abrí cumplía los requisitos; y, ahora, para estar dentro de la ley, tengo que estar fuera de la playa», explicó el propietario Eduardo Cebrián. El empresario ha llegado a un acuerdo con Costas, que le ha autorizado la apertura de un establecimiento a tan sólo 30 metros de distancia, en una propiedad de Cebrián. Cuando cerró 18 de septiembre pasado ya construía el nuevo, que abre el sábado.