España amplía su catálogo
Lejos de inquietar, el sufrido triunfo ante Turquía eleva la autoestima del combinado español porque se ve capaz de ganar también a la italiana
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLejos de contaminar un paisaje idílico, el sufrido y afortunado triunfo de España frente a Turquía eleva todavía más la autoestima entre los jugadores y el cuerpo técnico. Asumen que estuvieron más «espesos» y «perezosos en la circulación de balón» que de costumbre, pero entendieron que gracias a su oficio son capaces de imponerse con un catálogo diferente, más italiano si se quiere. Esta vez no se pudo ofrecer un fútbol fluido, de toque rápido y certero, pero se ganó a balón parado, casi de rebote y manteniendo la portería a cero. Más que por estética se venció por recursos. Tal y como firmaría el mismísimo Trapattoni. También vale.
Había que ganar y se cumplió la misión. Por una razón y otra, con un once sin cinco titulares en la final de la Eurocopa ante Alemania: los centrales Puyol y Marchena, los centrocampistas Iniesta y Cesc, y el media punta o interior Silva. Fue uno de esos partidos de paso, de los que nadie recordará cuando se llegue a Sudáfrica. Un reto prácticamente sellado al acumular seis puntos de ventaja sobre Bosnia-Herzegovina, a la que ya se derrotó en España, siete sobre los otomanos, y ocho sobre los belgas, ya descolgados.
Incluso con una derrota que nadie espera en Estambul, los españoles tendrían pie y medio en su novena Copa del Mundo consecutiva. Después quedaría recibir a belgas y estonios y cerrar en octubre con salidas a Yerevan y Bosnia. Salvo hecatombe, la misión está cumplida tras acumular un espectacular pleno al quince en cinco partidos, con 11 goles a favor y apenas uno en contra.
Hay razones para que se dispare la euforia, por más que los internacionales apelen a la cautela, a la humildad. Los rivales les respetan como los mejores del mundo, un peaje porque la vigilancia es máxima pero que, como mal menor, casi garantiza el empate. Es una selección de récord. Suma nada menos que 30 encuentros sin perder, casi una Liga. A uno del récord conseguido por Clemente entre 1994 y 1998. Pero aquel registro tiene trampa porque incluye un empate ante Inglaterra, en los cuartos de final de la Eurocopa, que acabó en derrota por penaltis. Además, ahora son 27 victorias, diez de ellas seguidas, a cuatro de la mejor plusmarca de la historia que presentan Brasil y Francia (14), y tres empates. Entonces, el registro se saldó con 20 éxitos y 11 tablas. Con Del Bosque, ocho victorias en serie y nada menos que siete encuentros con la portería a cero. Tremendo.