Críticas a Bolonia
Actualizado: GuardarPara que este plan arranque en buenas condiciones es necesaria la financiación, que no está tan clara que se vaya a poner sobre la mesa. Todo el problema surge por querer diseñar y poner en obra el Proceso Bolonia a corte cero, porque su pudiéramos aplicar en la Universidad el método del seminario abordaríamos con mucho éxito la cuestión sobre la que pivota la estructura filosófica de esta reforma universitaria: el aprendizaje, pues es evidente que el nivel de grado que proponen con tutorías y unos pocos alumnos en torno a una mesa de discusión supondría un logro inaudito.
Pero para que esto ocurra necesitaríamos el doble de profesores, algo imposible a coste cero a no ser que nos apañemos agrupando alumnos en las clases magistrales, con lo cual no sólo no reducimos grupos, sino que por el contrario los aumentamos. Eso es a día de hoy una certeza, no palabras. Siento no explorar otra de las consecuencias importantes de este fenómeno: el elitismo de los alumnos que accederán al grado (no digamos a los postgrados) porque para maximizar recursos se tendrán que elevar las exigencias, pues no habrá para todos. Ésta es la realidad y éstos son algunos argumentos de los que protestan contra este plan tan pulcro que va a ponerse en marcha sin el acuerdo de los principales actores de esta obra: los estudiantes, a los que no es le da una explicación y se toman decisiones sobre su futuro sin contar con ellos.
Valentín González. El Puerto