Congelación salarial
Actualizado: GuardarLos trabajadores de Seat se congelan el suelo durante un año. Parece un titular más, pero les confieso que a mí se me ha congelado la esperanza ante esta noticia. Una noticia que me temo traerá cola y marcará un antes y un después. Y es que de reivindicar un digno poder adquisitivo hemos pasado de repente a pedir de rodillas que no nos quiten el puesto de trabajo, por muy indigno que éste sea. Y no quiero ser mal pensado, pero en el espejo de Seat se van a mirar muchas empresas para desgracia de la clase trabajadora.
No sé si a ustedes les ha pasado lo mismo, pero cuando escuché la noticia me dije: ante este sacrificio de los trabajadores, la empresa debe de estar encantada. Pues no señor. La empresa aún no está satisfecha. Quiere más. Quiere más sangre obrera a precio de saldo. Y es que son insaciables. ¿Cómo van a pararse ahora que tienen a sus presas acorraladas y asustadas? Ahora es el momento de hacerlas claudicar. Ahora bien, queridos directivos insatisfechos, no olviden que, para jugar a su juego ventajoso, necesitan la colaboración de muchos perdedores que compren lo que ustedes venden. Y si a los perdedores a no le queda nada más que perder, a ustedes también se les congelarán las ganas y tal vez la sonrisa.
Pedro Serrano. Jerez