La CCM sostiene que está «en las mejores manos»

El hasta ahora presidente de Caja Castilla-La Mancha (CCM), Juan Pedro Hernández Moltó, ha pedido a los clientes de la entidad que sigan confiando en ella "si cabe ahora más que hace unos meses", porque está, tras haber sido intervenida por el Banco de España, "en las mejores manos".

En declaraciones a los periodistas tras su reunión en Madrid con directivos de la caja, que el Banco de España ha sustituido por tres administradores, Hernández Moltó ha insistido en que los ahorradores y trabajadores de CCM "pueden estar muy tranquilos". "Estamos en las mejores manos en las que puede estar una entidad financiera", ha subrayado el ya ex presidente de CCM, quien ha asegurado que el equipo directivo de la caja se ha tomado con una "gran profesionalidad" la decisión de la intervención, que calificó de "adecuada para el momento actual".

Hernández Moltó se ha mostrado convencido de que las sucursales y oficinas de la caja abrirán mañana "con normalidad" y ha asegurado que los clientes que quieran retirar sus fondos no tendrán "ningún problema" para hacerlo, como así han prometido tanto el Gobierno como el Banco de España. Sin embargo, insistía en pedir a los clientes "que sigan confiando en la entidad en la que han confiado siempre y si cabe ahora más que nunca".

"Yo también me he puesto alguna vez en su situación (la de los clientes)" y en "lo mal que lo han tenido que pasar" cuando hace algunos meses se rumoreaba "injustificadamente" sobre la intervención, a pesar de que ahora sea la decisión adecuada.

El hasta hoy consejero del Partido Popular en Caja Castilla-La Mancha Luis Francisco Galán Polo también ha transmitido un "mensaje de tranquilidad" porque la caja "no tiene ningún agujero" patrimonial. El consejero ha insistido en que "la caja no tiene ningún agujero sino una situación transitoria de falta de liquidez, como muchas cajas pueden estar próximas, al igual que otras empresas y entidades" de España. "Es así, y lo llevo manteniendo desde que me incorporé a la caja" a finales del pasado mes de febrero en sustitución de la dimitida Rosa Romero, señaló Galán.

Una caja resultado de la fusión de cuatro

Caja Castilla-La Mancha es el resultado de la fusión en 1992 de las cajas de ahorros de Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Albacete. La entidad manchega, que tiene su sede social en Cuenca y cuenta con 589 oficinas, tuvo en 2007 un resultado consolidado de 232 millones de euros, con unos beneficios de 85 millones y unos ingresos netos de 279 millones. Sin embargo, en 2008 se vio afectada por la crisis inmobiliaria, por lo que a principios de marzo de 2009 aún no había presentado los resultados del último ejercicio.

A principios de 2009 inició un proceso de fusión con otras cajas para poder hacer frente a su situación de fuerte endeudamiento y morosidad. El 25 de febrero de 2009, el Consejo de Administración autorizó por unanimidad a su presidente continuar las conversaciones con la corporación andaluza Unicaja para una posible integración de ambas entidades.

Esta iniciativa, que suponía la fusión con una caja de otra comunidad autónoma, había aprovocado unas semanas antes cierto malestar entre los cuatro miembros del consejo elegidos a propuesta del PP, dos de los cuales dejaron sus cargos el 16 de febrero anterior en señal de protesta.