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Obama echa el resto en Afganistán

El presidente de EE UU presenta su nueva estrategia para la región, que pasa por el envío de más tropas y la colaboración con Pakistán para derrotar a Al-Qaida

| CORRESPONSAL. NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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«No seguiremos el rumbo a ciegas», anunció ayer Barack Obama al desgranar la nueva estrategia para Afganistán y Pakistán. El actual inquilino de la Casa Blanca propone una táctica civil y militar en la que participen aliados como la OTAN y enemigos como Irán, para que las fuerzas afganas puedan asumir la seguridad en dos años.

«Cambiaremos el énfasis de nuestra misión para impulsar el entrenamiento e incrementaremos el número de fuerzas de seguridad afganas para que finalmente ellos puedan hacerse cargo de su país y tomar la responsabilidad. Así es como al final podremos traer las tropas a casa», prometió.

La esperada revisión del nuevo presidente de EE UU llega siete años después de que las fuerzas norteamericanas desembarcaran en el país asiático tras los ataques del 11-S, pero «hay que reconocer con dolor que 2008 fue el año más mortal para nuestras tropas» en Afganistán.

Los talibanes se han reorganizado y toman posiciones en el vecino Pakistán, donde «Al-Qaida planea activamente ataques contra nuestro país», aseguró Obama. Allí, donde el Gobierno de Islamabad está cediendo autonomía a los extremistas, se esconden «casi con certeza» Osama bin Laden y su lugarteniente Ayman al-Zawahiri. «Esta región fronteriza se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo», sentenció.

El objetivo de la Administración demócrata es «desbaratar, desmantelar y derrotar a Al-Qaida en Pakistán y Afganistán e impedir que regresen a cualquiera de los dos países en el futuro». Como no considera que sea sólo un problema de EE UU ni que pueda ganar la guerra por su cuenta, Obama se ha propuesto «organizar el apoyo internacional» sin discriminar entre amigos y enemigos como hacía su predecesor. De hecho, una de las más interesantes adiciones a esta nueva coalición es la de Irán, que ya ha aceptado la invitación de EE UU para asistir a la cumbre que se celebrará en La Haya la semana que viene. Incluso se especula ya con que las fuerzas persas podrían trabajar codo con codo con las estadounidenses en el sur del país afgano. La ONU coordinaría el Grupo de Contacto para la región.

El plan de la Casa Blanca es que cada patrulla estadounidense esté asignada a una afgana para acelerar su entrenamiento y doblar su capacidad en dos años. La meta: un Ejército afgano de 134.000 hombres y una fuerza policial de 82.000 para 2011. A ello añadirá grandes inversiones económicas para desarrollar tanto las áreas tribales de la frontera paquistaní como la economía afgana. Se buscan ingenieros, especialistas agrícolas, educadores y abogados para desarrollar una economía dominada por el cultivo ilegal del opio. Para esto también pedirá ayuda a la comunidad internacional en una conferencia de donantes que se celebrará en Tokio el mes que viene.

«Cheque en blanco»

El presupuesto incluirá fondos para fortalecer al inspector general tanto del Departamento de Estado como de la agencia Usaid, además de un inspector general especial para la reconstrucción de Afganistán. «Y quiero ser claro: no miraremos para el otro lado ante la corrupción que hace que los afganos pierdan fe en sus propios líderes», advitió Obama.

Tampoco Pakistán recibirá otro «cheque en blanco», pero si demuestra su compromiso con la lucha contra Al-Qaida contará con 1.500 millones de dólares (casi mil millones de euros) anuales. «E insistiremos en que se actuará, de un modo u otro, cuando tengamos información de inteligencia sobre objetivos terroristas de alto nivel», amenazó el presidente.

A diferencia de su predecesor, Obama no apoyará a golpistas como hizo Bush con Pervez Musharraf, sino que «para prevenir los errores del pasado debemos dejar claro que nuestra relación con Pakistán se basa en el apoyo a las instituciones democráticas y a la voluntad del pueblo paquistaní».

Y como una de las piedras angulares de este plan es «reconocer la conexión fundamental entre el futuro de Afganistán y el de Pakistán», Barack Obama anunció la creación de un comité trilateral de diálogo permanente, con la secretaria de Estado, Hillary Clinon, y el jefe del Pentágono, Bill Gates, a la cabeza, que se reunirán periódicamente para hablar no sólo de coooperación militar y de inteligencia sino también para abordar problemas de comercio, energía y desarrollo.