Empleados de la Cruz Roja vuelven a protestar por las condiciones de la residencia

Los trabajadores de la residencia de ancianos de Cruz Roja protagonizaron ayer su tercera jornada de concentraciones para denunciar las condiciones de trabajo y su repercusión en los residentes. Lola Amaya, miembro del comité de empresa, explicó que «los ancianos son los primeros perjudicados por la política laboral del centro, basada en la reducción de personal y en el ahorro». Además, aseguró que los trabajadores están sufriendo una sobrecarga de funciones y una merma de sus derechos laborales, y destacó que sólo dos auxiliares se quedan por la noche al cargo de los 117 residentes repartidos en cuatro plantas. El comité de empresa se reúne esta tarde para decidir medidas más contundentes ante la inexistencia de diálogo con el director del centro.