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EN HOMENAJE. Teresa Rivero presidió ayer en Bodegas Valdivia la presentación de la manzanilla que lleva su nombre. / JAVIER FERNÁNDEZ
Jerez

El regalo de una manzanilla

Bodegas Valdivia lanza al mercado con el nombre de Teresa Rivero unas 10.000 botellas de un vino criado en Sanlúcar

MARÍA JOSÉ PACHECO
| JEREZActualizado:

Una manzanilla elegante, de gran calidad y cuidadosamente seleccionada entre las mejores botas de las 8.000 botas que cada año el Grupo Garvey le compra a los viñistas de la Cooperativa Virgen de la Caridad, un producto exclusivo que ahora inicia su andadura comercial, sólo podía llevar un nombre: el de Teresa Rivero.

La esposa del empresario José María Ruiz-Mateos presidió ayer la presentación oficial de la manzanilla con la que compartirá nombre y cuyo lanzamiento también supone un homenaje a la matriarca de esta familia que siempre ha estado relacionada con el Marco de Jerez.

Lo dice su hija, Paloma Ruiz-Mateos, directora de Relaciones Públicas de Nueva Rumasa, cuando afirma que «este nuevo vino lleva el nombre de una mujer unida a la manzanilla y el jerez. Una mujer casada con un hombre amante de estos caldos de gran valor por su elaboración y su exclusividad que ahora elige para uno de esos vinos el nombre de su otro gran amor, Teresa Rivero, una mujer sólida y fuerte, con temperamento, y al mismo tiempo delicada y elegante, lo mismo que los vinos de esta tierra».

Otro de sus hijos, Alfonso, reconocía que el de ayer era un día muy importante para ellos, no sólo porque lanzaban al mercado un nuevo producto de Bodegas Valdivia, una de las últimas bodegas adquiridas por Grupo Garvey, sino que porque al hacerlo reconocían a su madre como ya habían hecho antes al ponerle su nombre al estadio del Rayo Vallecano o a su Fundación jerezana.

La homenajeada, con su habitual espontaneidad y simpatía, tuvo ayer palabras para mencionar la gran satisfacción que le producía que desde ya se vaya a comercializar la manzanilla Teresa Rivero, y aunque también admitió que «lo mío no es el vino», sí que recalcó que para su marido «es su principal ilusión, fue su primer negocio en Rumasa y una de sus pasiones».

Teresa Rivero afirmó henchida de orgullo que «como mujer es una gran ilusión que mi marido haya pensado en mí para dar nombre a este proyecto», y dejó muy claro que «si hacemos todo esto es por la ciudad, por trabajar por Jerez, por engrandecerla, porque éste es mi pueblo y lo quiero».

Por su parte, el enólogo y director técnico de la firma, Luis Arroyo, fue el encargado de explicar que esta manzanilla se cría en Sanlúcar, y que posteriormente se embotella -unas 10.000 unidades- en la instalaciones del grupo en Jerez.

Para producirla se escogen «las botas más finas y elegantes» de las que se compran a la Cooperativa de la Caridad. Este caldo procede de una solera con muchos años de crianza biológica, como mínimo seis, lo que le da una gran finura al vino, que se posicionará en un segmento de prestigio y que tendrá un precio por encima de los cinco euros.

ppacheco@lavozdigital.es