La Constitución dificulta la reforma de la ley electoral
El presidente del Consejo de Estado cree que la modificación de la Carta Magna es una «decisión arriesgada»
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl informe del Consejo de Estado sobre la reforma de la ley electoral alerta de que muchas de las propuestas hechas por las fuerzas políticas tropiezan con las disposiciones constitucionales. La sugerencia del PSOE de crear una circunscripción exterior o la de IU y Unión, Progreso y Democracia de que una parte de los diputados se elijan en el ámbito nacional no son viables porque la Constitución dice que la circunscripción para las elecciones generales es la provincia.
Este escollo se podría salvar si se modifica la Carta Magna y se fijan otras reglas del juego para los comicios legislativos, pero el clima político hace inviable una reforma de ese calado. PSOE y PP no han logrado ponerse de acuerdo para una modificación tasada de la Constitución con efectos políticos nulos, por tanto parece fuera de toda lógica encarar un cambio constitucional que afectaría al régimen electoral y que podría modificar la representatividad de los partidos.
La decisión, sin embargo, no está tomada y se discutirá en la subcomisión parlamentaria creada en junio pasado y que tendrá como texto de referencia para sus trabajos el informe del Consejo de Estado, un voluminoso estudio de casi 400 páginas.
Los socialistas han planteado la creación de una circunscripción exterior para que los 1,2 millones de emigrantes españoles elijan a sus representantes en el Congreso en lugar hacerlo a través de sus provincias de origen. Aunque el PSOE no puso cifras sobre cuántos diputados elegirían los residentes en el extranjero, barajaba la idea de media docena. Esta circunscripción beneficiaría a los dos partidos mayoritarios porque el voto de los emigrantes se concentra en ellos y en muy menor medida en las fuerzas nacionalistas. El PP no ve con malos ojos esta iniciativa.
El Consejo de Estado, sin embargo, recordó que la circunscripción para las elecciones generales es la provincia y cambiarla implicará una modificación constitucional. Del mismo modo, IU y UPyD propusieron la ampliación en 50 diputados del Congreso hasta llegar a los 400, y que este medio centenar de escaños se eligiera en una circunscripción única nacional. El informe del Consejo no pone pegas a esta ampliación pues mejoraría «la proporcionalidad» del sistema, pero el colegio electoral nacional mereció la misma respuesta del organismo asesor sobre la naturaleza de la circunscripción.
Un camino para alcanzar el mismo objetivo de llegar a los 400 escaños en la Cámara Baja sería ampliar el número de congresistas que se elegirían en cada provincia, pero todavía no existe consenso sobre este particular. Los nacionalistas no están conformes con la ampliación pues una ampliación del Congreso reduciría su peso político en el hemiciclo.
El presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, comentó ayer que cualquier reforma de la ley electoral es una «decisión arriesgada», ya que aún el actual sistema «está lejos de la perfección» ha tenido «un funcionamiento razonable». Rubio reconoció que la actual legislación «prima a los partidos más votados y perjudica un poco a los menos votados» pero «tiene la ventaja de que es un sistema muy simple al que los españoles están muy acostumbrados».