Martín, en el puente Zuazo. / C. C.
SAN FERNANDO

A paso forzado

Fernando Martín, parado y con una minusvalía, irá a pie a Sevilla para exponerle su situación al presidente de la Junta a

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Más de 130 kilómetros hay desde San Fernando a Sevilla. Una distancia que Fernando Martín va a realizar a pie con el propósito de que le atienda el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Una determinación que tomó forzado por su situación pues «tengo una minusvalía del 33%, razón por la que no puedo levantar peso y que me impide trabajar de albañil».

Ahora, cobra una pensión de 333 euros, con los que debe sacar adelante a sus tres hijas además de pagar la casa, las facturas y un préstamo personal. Una situación en la que lleva anclado unos cinco meses «sin ver la salida. Fui al Ayuntamiento para buscar algún tipo de ayuda social y pedir trabajo como controlador de la zona azul, pero el alcalde me dijo que como yo había 20 más esperando y ni siquiera me dio la oportunidad de exponer mi caso. La secretaria me dijo que fuera a la Casa Real o a Chaves para explicar mi situación, y como la primera me pilla muy lejos, decidí que lo mejor era tirar para Sevilla».

Lo hace con un pequeño macuto y un paraguas bajo el brazo. Poco más. Según sus previsiones, en «dos o tres días habré llegado todo depende de cómo me encuentre y el tiempo». Y es que, Martín está sometido a un estado depresivo que va a condicionar su aventura. Un viaje para el que no lleva dinero porque «no puedo gastar, por eso he metido varios bocadillos en mi maleta y para dormir ya me las ingeniaré. Espero encontrar albergues por las zonas y, si no, el cobijo de una iglesia; de no ser así, ya veré».

Se siente atrapado por su situación y la única salida que ha encontrado es la de reivindicar de esta manera que las administraciones públicas le atiendan, pues «sólo quiero sacar adelante a mi familia y para ello me encuentro con varias dificultades. Lo de la zona azul es sólo un ejemplo, no me importa trabajar de portero en las obras del tranvía o pendiente a la seguridad. Pido una oportunidad».

Paso a paso está intentándose ganar el derecho a que le atiendan con respeto porque «ya es lo único que puedo hacer, no me queda nada más».