Los presidentes de los dos consejos confirman que la fusión está en marcha

Los presidentes del Consejo Regulador del Brandy de Jerez, Evaristo Babé, y del Vino, Jorge Pascual, confirmaron ayer al unísono que la integración de las labores de administración y gestión de estos dos organismos que había adelantado LA VOZ «es ya un hecho y está en marcha».

Babé invitó a Pascual a sumarse a la rueda de prensa en la que se analizaron los datos de salidas de bodega del brandy para que «los dos expliquemos los pasos que se están dando y que enlazan con lo que se ha venido haciendo en estos últimos años».

De este modo, el presidente del Consejo del Vino confirmó que «a los vocales de las dos instituciones ya se les ha explicado que se va a crear un nuevo órgano que, entre otras cosas, permitirá ahorrar costes a las bodegas», ya que no hay que olvidar que «hay varias denominaciones, pero en ellas las empresas inscritas son las mismas».

Pascual recordó que «todos los vocales pedían una adaptación del presupuesto a la actual realidad del Marco de Jerez», es decir, que no aumentaran las tasas que se pagan a estos consejos reguladores, tal como ya había explicado este medio, pero que se mantuvieran los servicios. Y eso era difícil en un contexto de caída de ventas y, por lo tanto, de reducción de las tasas que las empresas abonan por cada litro de vino vendido.

Por su parte, Babé hizo hincapié en que hace unos tres años que se decidió que estas denominaciones funcionaran en común en temas de control, de registros y hasta de promoción, algo que «ya se viene realizando». «Los efectos de la actual crisis han hecho que se acelere el proceso», recalcó el presidente del Consejo del Brandy, quien también matizó que «pese a todo el proceso tiene su tiempo y se está haciendo sin problemas, sin revoluciones y de forma negociada con los empleados».

Así, ambos recalcaron la «absoluta normalidad» de un proceso de fusión administrativa -que no de órganos de gobierno, ya que seguirá habiendo dos plenos y puede que dos presidentes- que «en este primer año sólo va a suponer la marcha de cuatro empleados del Consejo del Vino que, además, se marchan por edad y prejubilados», según Jorge Pascual, al que secundó Babé al puntualizar que «al reducir la estructura se pierden puestos, pero se está haciendo todo con sentido común».

De esta forma, ambos organismos reguladores han acelerado la racionalización informática, la aplicación de tecnología y también se está realizando ya la integración de los registros de todas las denominaciones para que «todos utilicemos el mismo sistema».

Los representantes de los consejos también coincidieron con lo publicado con este medio en que con la creación de este único órgano de gestión que sería común para las dos menciones geográficas, pero que no pertenecería a ninguna en concreto, se soluciona el escollo recogido en la Ley Andaluza del Vino que insta a que «el organismo de control y las estructuras de inspección sean independientes».

De este modo, a finales de año ya se habrá constituido el órgano único que se dividirá en el área de gestión y en la de inspección y control, y que estará al cargo de un gerente -un cargo para el que todas las voces citan el nombre de César Saldaña-.