«Mala aplicación» de la nueva OCM

El presidente del Consejo Regulador del Brandy, Evaristo Babé, se quejó ayer de la «inadecuada» aplicación por parte del Gobierno central y del de Castilla-La Mancha de la nueva OCM del vino, en particular en lo relativo a la concesión de ayudas a los viticultores que entreguen uva a la destilación para uso de boca. Según Babé, la insatisfacción de las bodegas elaboradoras de brandy es grande, ya que el sobre nacional no sólo ha optado por recortar a dos años el periodo transitorio que la UE permitió en la nueva normativa -durante los que las empresas debían adaptarse a un escenario sin primas-, sino que la Administración manchega «ha forzado unos precios que han provocado graves e innecesarias tensiones en el mercado». Esta forma de hacer las cosas, unida a los «especuladores», propiciarán que «esta campaña los precios vayan a ser altos para unas empresas que son las principales compradoras de vino, y a las que habría que cuidar y estar agradecidas».