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Economia

El Tesoro de EE UU pide poder para intervenir aseguradoras

Los republicanos buscan el apoyo de demócratas indignados contra el plan de salvamento financiero

MERCEDES GALLEGO
| CORRESPONSAL. NUEVA YORKActualizado:

Nadie sabía realmente lo que AIG tenía en cartera hasta el día en que sus ejecutivos suplicaron al Tesoro y a la Reserva Federal que evitaran la bancarrota. Por eso Washington quiere más poderes con los que intervenir aseguradoras, hedge founds, fondos de inversión, mutuas y otras entidades financieras que al no ser bancos se escapan de la regulación.

Le tocó a Tim Geithner colgar el cascabel al gato frente a muchos de los congresistas que piden su cabeza por no haber detenido el pago de bonos multimillonarios con dinero público a ejecutivos de AIG. Tenía a su lado al presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke para ayudarle a explicar la decisión de rescatar la aseguradora más grande del mundo en septiembre pasado. Ambos llegaban con el encargo del presidente de canalizar la ira popular en torno a los bonos para evitar que vuelva a suceder. «Es algo terrible, trágico, que este país llegara a esta crisis con instrumentos tan limitados», entonó el secretario del Tesoro.

El presidente de la Reserva Federal aseguró al Comité de Servicios Financieros que si en septiembre el Gobierno hubiera tenido autoridad para intervenir entidades no bancarias «el resultado hubiera sido con mucho preferible a la situación en la que nos encontramos ahora». Añadió que con los poderes que están pidiendo nunca se hubieran pagado bonos de siete cifras a los ejecutivos mientras la compañía recibía cientos de millones de los contribuyentes. Eso era lo único que importaba ayer al Congreso, depurar responsabilidades sobre quién, cómo, cuándo y por qué se aprobaron esos pagos que la mayoría ha preferido devolver. Geithner fue el último en enterarse, días antes de que se efectuaran, pero Bernanke aseguró que los abogados le quitaron las ganas de disputarlo en los tribunales porque acabarían pagando «dos o tres veces más».

Geithner es el que está en la picota. Sólo un 28% de los estadounidenses entrevistados para CNN aprueban su gestión, por lo que los republicanos le ven como el eslabón más débil del Gobierno de Obama, que sigue batiendo récords de popularidad.

Por eso su deseo de que el Congreso apruebe esta ampliación de poderes que Bernanke califica de «urgente» se ha encontrado con la oposición del líder republicano en la Cámara Baja, John Bohener, que promete darle guerra en la audiencia de hoy para no otorgarle esos «poderes sin precedentes» por las buenas. Se apoyará en demócratas indignados como Gary Ackerman, que dice estar descubriendo «demasiados mini Madoff y mini AIG por ahí fuera».