La elevada burocracia retrasa la efectividad de las ayudas del ICO

Las expectativas eran muchas, pero el resultado no lo es tanto. Al menos, de momento. El presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez, reconoció ayer en el Congreso de los Diputados que la efectividad de las líneas de ayuda a pymes, autónomos y familias está siendo muy inferior a la esperada en un principio ya que los procedimientos que requieren son tremendamente complejos. Aún así, Martínez se mostró convencido de que el sistema ganará velocidad en breve.

El responsable del ICO explicó a la Cámara que «la complejidad de algunas líneas exige periodos de maduración más largos», al tiempo que dejó entrever que este año no se utilizarán todos los programas de ayuda presupuestados. La prueba evidente son los 3.000 millones del ICO-Vivienda, dedicados a los promotores que pusieran su stock en alquiler, y de los que apenas se han utilizado un 0,4%, pues los empresarios terminan por cerrar acuerdos con sus bancos antes de acudir al organismo público. Martínez insinuó la posibilidad de dedicar ese dinero a otras líneas; siempre, eso sí, que el Estado abonara al Instituto el coste financiero (un 2,5%) que pagó al captar ese dinero en el mercado. Otro ejemplo de escasa efectividad se encuentra en la línea de aplazamiento de la mitad de la hipoteca a parados, dotada con 6.000 millones y a la que sólo han acudido hasta ahora 56 personas. Y matizó que la causa de este retraso no es otra que la burocracia y los numerosos procesos informáticos que han de realizar bancos y cajas antes de poder ofrecer el servicio a sus clientes. De hecho, aseguró que casi ninguna entidad tiene adaptados sus programas informáticos para poder disponer de ella. Aún así, se mostró seguro de que, con una asunción del riesgo del 12% de las operaciones como ofrece el ICO, «las entidades acudirán por puro egoísmo».