Obama busca una salida a Afganistán
El presidente de EE UU habla de poner fin a la guerra contra el terrorismo en vísperas de presentar su plan para estabilizar el país
| CORRESPONSAL. NUEVA YORK Actualizado: GuardarLa decisión más difícil que el presidente Barack Obama ha tomado desde que llegó a la Casa Blanca ha sido enviar más tropas estadounidenses a Afganistan, según confesó al programa de la CBS '60 minutes', en una entrevista emitida el domingo. No es un sacrificio indefinido, sino que el nuevo presidente se ha propuesto buscar un final a esa guerra. «Tiene que haber una estrategia de salida», aseguró. «Tiene que existir la sensación de que no vamos permanentemente a la deriva», remachó.
La nueva estrategia para Afganistán que su enviado especial Richard Holbrooke adelantó ayer en Bruselas a los miembros de la OTAN tiene como piedra angular una mayor participación de la OTAN en el país, como ya avanzó Obama en Berlín el año pasado durante un mítin de campaña. Hoy, con todas las cartas boca arriba en el Depacho Oval, el presidente incluye otros factores. «Necesitamos construir capacidad económica en Afghanistán, mejorar nuestros esfuerzos diplomáticos en Pakistán, crear una diplomacia regional, comunicarnos mejor con nuestros aliados...», enumeró el enviado especial de la Casa Blanca. «Lo que no podemos hacer es tener sólo un acercamiento militar para resolver nuestros problemas, así que estamos buscando una estrategia global», agregó.
Cumbre de Estrasburgo
Obama, que presentará el plan a sus aliados de la OTAN la semana que viene en la cumbre de Estrasburgo, dice tener muy en mente que Afganistán es conocido como «la tumba del imperio», tras los fallidos intentos de británicos y soviéticos, por lo que la gente de la región puede ver a EE UU como otra invasión extranjera más. A su juicio, no lo es. Barack Obama no ha perdido de vista que su prioridad número uno es defender al país al que la red terrorista Al Qaida y su líder Osama bin Laden puso certeramente en la diana el 11-S de 2001.
Pese a la invasión militar internacional que comenzó inmediatamente después de esos ataques, la organización terrorista sigue fuerte en Afganistán e incluso ha ganado terreno en la vecina Pakistán. «Lo que estos tipos proyectan es la violencia contra los ciudadanos estadounidenses. Y eso es algo que no podemos tolerar», dijo.
Oposición a Irak
El ascenso de Barack Obama a la vida pública estadounidense ha estado marcado por su oposición a la guerra de Irak, que a su juicio, distrajo la atención del Gobierno y diversificó los medios. Afganistán, insistía, es el verdadero objetivo que no había que perder de vista. Irak sólo ha servido para alimentar el resentimiento de toda una generación de musulmanes.
Como consecuencia, la seguridad de EE UU es hoy mucho más frágil que hace seis años, pero la verdadera tarea sigue sin completarse. «Y no va a ser fácil», advirtió. «Irak era más fácil que Afganistán. Es mejor terreno, tienes una población mejor educada, hay infraestructura. No tienes los mismas fronteras desestabilizadoras que hay entre Afganistán y Pakistán. Así que va a ser un hueso duro de roer».
Su plan más inmediato es rentabilizar su imagen exterior para lograr el apoyo de los miembros de la OTAN en esa «estrategia global» que Holbrooke explicó ayer a los 26 embajadores de la Alianza Atlántica. El enviado especial abandonó el encuentro de Bruselas con optimismo tras haber encontrado una «esperanzadora simetría de opiniones». De lo que no habló en público fue del futuro del líder afgano, ése que George W. Bush puso al mando del país. Hamid Karzai se enfrenta próximamente al refrendo electoral, esta vez sin el apoyo aparente de Estados Unidos, que critica su incapacidad para trabar alianzas con las fuerzas moderadas del país.