Garzón procesa a las cúpulas de ANV, PCTV y Batasuna por ser parte de ETA

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón procesó ayer a 44 dirigentes de la ilegalizada Batasuna, del Partido Comunista de las Tierras Vascas y de Acción Nacionalista Vasca, a los que acusa de pertenencia a ETA. Se sentarán en el banquillo para ser juzgados por participar en la estrategia de organización terrorista para asegurarse la presencia en las instituciones y en los diferentes procesos electorales pese a la ilegalización de la coalición abertzale.

Es el último golpe judicial contra las organizaciones herederas de Batasuna, a las que en febrero de 2008 ya llevó a la práctica clandestinidad tras suspender todas sus actividades y decretar el fin de las subvenciones, la intervención de sus cuentas y el cierre de todas sus sedes. Fue entonces cuando el instructor fusionó sus investigaciones en un solo sumario sobre el reconstituido aparato político de ETA.

Entre los dirigentes que Garzón sentará en el banquillo están los rostros más conocidos de la izquierda independentista de los últimos años, como los portavoces de Batasuna Joseba Permach, Pernando Barrena y Marije Fullaondo; Rufino Etxebarria, miembro de la mesa de la coalición; Juan José Petrikorena, responsable de Comunicación; Ana Lizarralde, histórica dirigente de Jarrai, o Inocencia Galparsoro, alcaldesa de Mondragón.

Según las investigaciones, Batasuna «captó» a PCTV y ANV como ya hiciera con muchas otras formaciones y plataformas en los últimos diez años. Y las puso bajo el «patrocinio, dirección y control» de ETA hasta tal punto que ambos partidos hoy ilegales se incorporaron al complejo terrorista. Los 44 acusados usaron a las formaciones independentistas en el Parlamento vasco y en los ayuntamientos para «regenerar el tejido terrorista».

Garzón asegura que el proceso para hacerse con el «control y dirección de facto» de PCTV y ANV es producto de la decisión de los responsables de Batasuna en 2005 de «renunciar definitivamente a ser un partido político legal». Y ambos partidos «consintieron» su «colonización» por ETA sin oponer resistencia.

Para el juez, las pruebas definitivas de esta subordinación aparecieron tras las redadas que entre el 4 octubre de 2007 y 11 de febrero de 2008 permitieron detener a una treintena de miembros de la nueva Mesa Nacional de Batasuna.

Los papeles hallados en la sede del polígono donostiarra de Belartza, que compartían sin reparos la coalición ilegalizada con ANV y PCTV, desvelaron que la fusión entre las tres formaciones llegaba al punto de compartir una «caja única» con la que «se pretendía nutrir las necesidades económicas de los miembros de Batasuna».