Obama funda el 'banco malo'
El Tesoro destinará 100.000 millones de dólares para iniciar la compra de activos 'tóxicos'
| CORRESPONSAL. NUEVA YORK Actualizado: GuardarBarack Obama ha decidido poner en marcha un banco malo, especializado en la adquisición de los denominados activos tóxicos, sobre todo títulos relacionados con hipotecas subprime, que será dotado inicialmente con 100.000 millones de dólares. El presidente norteamericano tiene objetivos mucho más ambiciosos, ya que pretende que esta inyección de dinero anime a los inversores privados a seguir su estela y a adquirir también este tipo de activos. Con ello, estima la Administración norteamericana, se conseguiría una inyección de liquidez en el sistema bancario, estimada entre 500.000 millones y un billón de dólares.
Había una solución fácil, nacionalizar los bancos al borde de la quiebra y sanearlos, pero «esto no es Suecia», matizó irritado el secretario del Tesoro, Tim Geithner, al presentar un plan para subastar los activos tóxicos de los bancos. Su solución trae el título de Plan de Inversión Privado-Pública. Geithner no se sabe muy bien cómo logrará convencer a los bancos repletos de activos derivados de préstamos inmobiliarios para que acepten el precio más alto que obtengan en subasta pública.
Con ello se lograría poner precio a unos bonos para los que ya no hay mercado, dado que desde que pinchó la burbuja nadie está dispuesto a invertir en 'hipotecas basura'. Si el Gobierno tuviera que comprarlos podría acabar pagando más de lo que valen, en el supuesto de que valgan algo y que tarde o temprano recuperen el valor que tenían, algo de lo que muchos economistas discrepan enérgicamente. Y aun si los bancos están dispuestos a aceptar el precio que arrojen las subastas, hará falta encontrar inversores interesados en comprar lo que hoy nadie quiere. Para incentivarlo, el Tesoro subsidiará esas compras de entre 500.000 millones y un billón de dólares con entre 75.000 y 100.000 millones de dólares del paquete aprobado en octubre, lo que también le dará un porcentaje de los beneficios potenciales. Además, la Reserva Federal y el Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) avalarán los préstamos para que los inversores privados adquieran esos activos tóxicos.
Según la economista jefe de la Casa Blanca, Christina Romer, quienes decidan entrar en el juego podrían acabar poniendo apenas un 7% del valor de compra. Un negocio redondo que desató ayer la euforia en los parqués. La bolsa neoyorquina cerró ayer con un alza del 6,8% en el índice Dow Jones. Según datos provisionales al cierre, ese índice bursátil sumó 497,48 puntos, el mayor avance en lo que va de año, y se ubicó en 7.775,86 unidades, mientras que el Nasdaq experimentó una subida del 6,7%.
En su columna del New York Times, el Premio Nobel Paul Krugman augura que el plan «no funcionará» porque deja la solución en manos de las mismas fuerzas que han hundido los mercados con su avaricia y falta de sentido común. «Esto es más que decepcionante», dijo desalentado.
El secretario del Tesoro confía en que cuando los bancos liberen sus balances de la incertidumbre de los activos tóxicos reiniciarán los préstamos y todo volverá a su cauce. «Claro que el Gobierno está asumiendo un riesgo, no se puede resolver la crisis sin hacerlo», dijo.